San Juan, 28 feb (EFE).- Un grupo de investigadores, entre ellos, uno del Departamento de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), creó el árbol evolutivo más grande y completo de serpientes y lagartos, se informó este miércoles.
Los investigadores Timothy J. Colston, catedrático de la UPR en el RUM, Daniel Rabosky y Pascal Title de las universidades de Michigan y Stony Brook, respectivamente, fueron quienes llevaron a cabo el estudio y publicado en la revista científica ‘Science’, indicó en un comunicado la institución puertorriqueña.
Según se explicó en la nota, los investigadores crearon el árbol evolutivo de todas las serpientes y lagartos mediante la secuenciación de genomas parciales de casi 1.000 especies.
En la publicación del artículo, se detallan los hallazgos que apuntan a que las serpientes evolucionaron hasta tres veces más rápido que los lagartos, con cambios masivos en los rasgos asociados con la alimentación, el movimiento y el procesamiento sensorial.
“Hemos descubierto que las serpientes representan un fenómeno evolutivo único, una particularidad, cuando perdieron sus patas y adoptaron el aspecto más familiar que conocemos hoy”, indicó Colston en el comunicado.
Dijo además que las serpientes “experimentaron aumentos explosivos en sus ritmos evolutivos, invadieron nuevos hábitats y ampliaron sus nichos ecológicos, produciendo dramáticamente más especies que los lagartos”.
El proyecto lleva unos diez años de gestación con la colaboración de colegas de Estados Unidos, Australia, Brasil, Reino Unido y Finlandia.
Para ello, se compiló un enorme conjunto de datos sobre las dietas de lagartos y serpientes, examinando registros del contenido estomacal de decenas de miles de especímenes preservados en museos.
Las muestras de la Colección de Recursos Genómicos del RUM abarcan especies de Etiopía, México, Colombia y Guyana.
Colston posee un doctorado en Biología de la Universidad de Mississippi y su laboratorio en el RUM se especializa en Genómica e Interacción de hospederos y microbiomas de reptiles y anfibios. EFE