Desde Selma, en el sureño estado de Alabama, donde los policías detuvieron una marcha de protesta en 1965 con bastones y gas lacrimógeno, los activistas recorrerán unos 1.400 kilómetros hasta Washington.
Con esta marcha, la organización defensora de los derechos civiles NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color) quiere llamar la atención sobre lo que consideran controles policiales discriminatorios, pero también reclamar el mismo aceso a la educación, los puestos de trabajo y sueldos justos que los blancos.
Está previsto que la marcha se detenga en Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia y que se lea una declaración final en el Lincoln Memorial en la capital estadounidense.