Informe: Regímenes autoritarios se expanden por el mundo

Redacción, 24 feb (elmundo.cr) – El último informe de la organización Freedom House, “Freedom In The World 2022” señala que los regímenes autoritarios se están expandiendo por el mundo.

Según indica el informe “la libertad global se enfrenta a una grave amenaza. En todo el mundo, los enemigos de la democracia liberal, una forma de autogobierno en la que se reconocen los derechos humanos y todas las personas tienen derecho a un trato igualitario ante la ley, están acelerando sus ataques”.

“Los regímenes autoritarios se han vuelto más efectivos en la cooptación o elusión de las normas e instituciones destinadas a apoyar las libertades básicas y en la prestación de ayuda a otros que deseen hacer lo mismo”, agregan.

Además, indican que “en países con democracias establecidas desde hace mucho tiempo, las fuerzas internas han explotado las deficiencias de sus sistemas, distorsionando la política nacional para promover el odio, la violencia y el poder desenfrenado. Aquellos países que han luchado en el espacio entre la democracia y el autoritarismo, mientras tanto, se inclinan cada vez más hacia este último. El orden mundial se acerca a un punto de inflexión”.

De igual forma, explican que la amenaza actual a la democracia es el producto de 16 años consecutivos de declive de la libertad global. Un total de 60 países sufrieron caídas durante el año pasado, mientras que solo 25 mejoraron. Actualmente, alrededor del 38 por ciento de la población mundial vive en países no libres, la proporción más alta desde 1997. Solo alrededor del 20 por ciento vive ahora en países libres.

Durante este período de declive democrático, se han erosionado los controles sobre el abuso de poder y las violaciones de los derechos humanos.

“Durante gran parte del siglo XXI, los opositores a la democracia han trabajado persistentemente para desmantelar este orden internacional y las restricciones que impuso a sus ambiciones. Los frutos de sus esfuerzos ahora son evidentes”, sostienen.

Mencionan que los líderes de China, Rusia y otras dictaduras han logrado cambiar los incentivos globales, poniendo en peligro el consenso de que la democracia es el único camino viable hacia la prosperidad y la seguridad, al tiempo que fomentan enfoques de gobierno más autoritarios.

La organización comentó que “países en todas las regiones del mundo han sido capturados por gobernantes autoritarios en los últimos años. Solo en 2021, el actual presidente de Nicaragua ganó un nuevo mandato en unas elecciones muy orquestadas después de que sus fuerzas de seguridad arrestaran a candidatos de la oposición y cancelaran el registro de organizaciones de la sociedad civil”.

“Al mismo tiempo, las democracias están siendo dañadas desde adentro por fuerzas antiliberales, incluidos políticos sin escrúpulos dispuestos a corromper y destruir las mismas instituciones que los llevaron al poder. Podría decirse que esto fue más visible el año pasado en los Estados Unidos, donde los alborotadores irrumpieron en el Capitolio el 6 de enero como parte de un intento organizado de anular los resultados de las elecciones presidenciales”, añaden.

Ahora es imposible ignorar el daño a los cimientos y la reputación de la democracia. Los regímenes de China, Rusia y otros países autoritarios han ganado un enorme poder en el sistema internacional, y los países más libres han visto desafiadas y fracturadas sus normas establecidas. El estado actual de la libertad global debería generar alarma entre todos los que valoran sus propios derechos y los de sus semejantes.

Para revertir el declive, manifestaron que los gobiernos democráticos deben fortalecer las leyes e instituciones nacionales mientras toman medidas audaces y coordinadas para apoyar la lucha por la democracia en todo el mundo. En los países menos libres, los demócratas deben unirse para resistir la invasión del poder sin control y trabajar para expandir la libertad de todos los individuos.

“La demanda popular por la democracia sigue siendo fuerte. Desde Sudán hasta Myanmar, las personas continúan arriesgando sus vidas en la búsqueda de la libertad en sus países. Muchos otros emprenden peligrosos viajes para vivir libremente en otros lugares. Los gobiernos y las sociedades democráticas deben aprovechar y apoyar este deseo común de derechos fundamentales y construir un mundo en el que, en última instancia, se cumpla”, concluyen.

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