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Informe FAO subraya falta de progresos hacia logro de los ODS

©FAO
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Roma/Ginebra, 15 set (elmundo.cr) – El mundo ya se había apartado de la senda para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030, pero la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha dificultado aún más tanto la consecución de estos objetivos como el seguimiento de los progresos allí donde se estaba realizando, según se afirma en un nuevo informe publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

“Necesitamos datos más adecuados para entender mejor cómo debemos actuar para lograr nuestros objetivos”, declaró el Economista Jefe de la FAO, Sr. Máximo Torero. “Tener más información sobre la situación en la que estamos y a qué ritmo estamos avanzando nos ayudará a centrar nuestros esfuerzos y medidas para orientar las intervenciones al logro de los ODS”.

Según el informe Seguimiento de los progresos relativos a los indicadores de los ODS relacionados con la alimentación y la agricultura correspondientes a 2020, la crisis sanitaria mundial sin precedentes, y sus repercusiones económicas y sociales, está “dificultando aún más el logro de las metas de los ODS”.

El hambre, así como otras formas de inseguridad alimentaria, está aumentando y la pandemia ha alterado prácticas a largo plazo, como la conservación de los recursos genéticos, y actividades inmediatas como, por ejemplo, los censos agropecuarios nacionales, que resultan esenciales tanto para determinar necesidades inmediatas como para incitar a los agricultores de todo el mundo a aplicar prácticas sostenibles. Estos censos se han retrasado, aplazado o suspendido en más de la mitad de los 150 países encuestados. Aproximadamente, uno de cada cuatro países afirma que la COVID-19 ha provocado perturbaciones en sus organismos estadísticos nacionales, y que “casi todas” las actividades de recopilación de datos se han visto afectadas negativamente, complicando en gran medida la labor de la FAO como organismo responsable de 21 indicadores de los ODS y como organismo que contribuye a otros cinco.

En el informe se evalúan las tendencias actuales y se ha observado que muchas de ellas se encuentran en una situación de estancamiento, en particular la referencia del hambre conocida como “prevalencia de la subalimentación”, que se utiliza para realizar un seguimiento de la meta 2.1 de los ODS, o incluso en una situación de deterioro, como la escala de experiencia de inseguridad alimentaria ampliada utilizada para la misma meta. En relación con muchos de los indicadores, especialmente los destinados a medir la productividad laboral y los ingresos de los pequeños agricultores con vistas a duplicarlos para 2030, se dispone de datos insuficientes para evaluar tanto la situación actual como los progresos realizados.

“Los Miembros pueden confiar en la FAO para que les ayude a superar la a menudo importante complejidad metodológica y obtener resultados armonizados y comparables que permitan la aceleración necesaria de los esfuerzos para lograr los ODS, ya que iniciamos el decisivo decenio de acción que finaliza en 2030”, declaró el Sr. Pietro Gennari, Estadístico Jefe de la FAO. “Y aunque la evaluación general es preocupante, también resulta importante destacar tendencias positivas como, por ejemplo, la mejora de la eficiencia en el uso del agua en Asia meridional, el aumento de los esfuerzos de conservación de los recursos fitogenéticos en África septentrional, los progresos realizados en la gestión forestal sostenible y algunas mejoras registradas en la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.”

La innovación puede contrarrestar la perturbación

“La crisis de la COVID-19 dificulta aún más el trabajo, pero también constituye una oportunidad de encontrar nuevas vías para trabajar de forma más inteligente, más rápida y más intensa”, afirmó el Sr. Torero, quien, junto con el Sr. Gennari, presentó hoy el informe de manera virtual en Ginebra.

La FAO ha establecido un laboratorio de macrodatos y un instrumento para recopilar información en tiempo real sobre una serie de indicadores, un instrumento de seguimiento y análisis de los precios de los alimentos, así como la Plataforma geoespacial de la Iniciativa Mano de la mano, y también está incrementando sus esfuerzos por publicar todos los datos. La Organización está explotando fuentes de datos alternativas para ayudar a los Miembros a evaluar en tiempo real la repercusión de las perturbaciones de la pandemia en los sistemas alimentarios y también superar las limitaciones actuales en materia de recopilación de datos sobre el terreno. Se están utilizando imágenes por satélite para determinar y seguir riesgos de perturbaciones en la producción de cultivos y en las cadenas de valor. Se han elaborado modelos de aprendizaje automático para calibrar y clasificar las perspectivas agrícolas, y esta información se ha integrado en otros conjuntos de datos, en particular medidas restrictivas gubernamentales y tendencias sobre la repercusión de la COVID-19, a fin de fundamentar la toma de decisiones sobre la base de hechos comprobados.

Algunas de las conclusiones principales

Los datos sobre productividad agrícola son escasos, pero estos apuntan a que los productores de alimentos en pequeña escala van por detrás de sus homólogos a mayor escala. Los datos sobre los ingresos de los pequeños agricultores son relativamente más abundantes, pero muestran que, en la mayoría de los países, los ingresos de los pequeños agricultores ascienden a menos de la mitad de los que obtienen los productores a mayor escala.

Las muestras mundiales de recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura se incrementaron hasta los 5,43 millones en 2019, en comparación con los 4,21 millones registrados en 2005. Sin embargo, los esfuerzos por garantizar la diversidad de las especies silvestres afines a las plantas cultivadas y las especies de cultivos infrautilizadas siguen siendo insuficientes.

El número de razas de ganado con material genético suficiente almacenado para permitir su restauración en caso de extinción se multiplicó por 10 en el decenio finalizado en 2019. Pero siguen siendo solo 101 de las aproximadamente 7 600 razas notificadas en todo el mundo, de las cuales en torno al 73 % se encuentran en riesgo de extinción.

La igualdad de género, estudiada desde el punto de vista de la tenencia de la tierra por parte de las mujeres, está muy lejos de realizarse, y las disposiciones jurídicas de muchos países no protegen adecuadamente los derechos de las mujeres sobre la tierra. Solo el 12 % de los países evaluados garantiza un grado muy elevado de protección de estos derechos.

Tanto los bosques como la sostenibilidad de las especies mundiales de peces siguen experimentando una tendencia a la baja, aunque a un ritmo menor que antes.

La inversión pública en agricultura, determinada como porcentaje del producto interno bruto, ha disminuido en torno a un tercio a nivel mundial desde 2001 a causa de las fuertes caídas, desde niveles elevados, registradas en gran parte de Asia.

“Trabajar juntos, debemos trabajar juntos para encontrar formas innovadoras de acelerar la obtención de la información necesaria para impulsar los cambios que el mundo se ha comprometido a lograr”, declaró el Sr. Torero.

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