Hamburgo, 20 may (dpa) – Los importadores y distribuidores de té en Alemania temen que la nueva ley de la Unión Europea (UE) sobre las cadenas de suministros ponga en peligro la cooperación con los pequeños agricultores repartidos por todo el mundo.
“Con la Ley del Deber de Cuidado de la Cadena de Suministro, estamos expulsando a los más débiles de nuestras cadenas de suministro”, declaró a dpa Annemarie Leniger, vicepresidenta de la Asociación Alemana de Té y Hierbas.
Según la asociación, dos tercios del volumen de materia prima lo aportan pequeños agricultores en las llamadas recolecciones silvestres.
Sin embargo, al no poder aportar las pruebas exigidas por la ley sobre sus condiciones de trabajo, las empresas alemanas pueden verse obligadas a retirarse de las actividades comerciales con las asociaciones de pequeños agricultores por temor a los riesgos de responsabilidad.
Leniger pidió que se tengan en cuenta los requisitos de unas cadenas de suministro especialmente complejas y exigentes a la hora de aplicar la ley. “Esta es la única manera de que la ley no frustre en el futuro sus propios objetivos y ayude realmente a las empresas de Alemania a mejorar de forma significativa la sostenibilidad en sus cadenas de suministro”, dijo.
En consonancia con el Día Internacional del Té establecido por las Naciones Unidas, la industria alemana del té celebra el martes el Día del Té. El lema de este año es “El té une al mundo”.
Para la organización de desarrollo Oxfam -una asociación internacional de diversas organizaciones de ayuda-, las preocupaciones de la asociación del té alemana son infundadas.
La carga de la prueba exigida por la Ley de la Cadena de Suministro de la UE no recae en los pequeños agricultores, sino en las empresas, declaró a dpa Franziska Humbert, jefa de equipo de Comercio Justo de Oxfam Alemania.
“Si se necesitan pruebas relacionadas con la situación local, las empresas pueden obtenerlas por sí mismas con la ayuda de iniciativas de sostenibilidad como Comercio Justo”.
Agregó que la ley también estipula explícitamente que las empresas deben proporcionar a las pequeñas y medianas empresas el apoyo financiero y el desarrollo de capacidades adecuados como parte de su deber de diligencia.
“Esto significa que la empresa alemana de té en cuestión ya está obligada a apoyar a sus socios comerciales minifundistas en la preparación de la documentación necesaria y otras medidas”, dijo Humbert.
La Ley de la Cadena de Suministro de la UE pretende reforzar los derechos humanos en todo el mundo. Las grandes empresas deberán rendir cuentas si se benefician de violaciones de los derechos humanos, como el trabajo infantil o forzado.
También se les exige que elaboren informes sobre hasta qué punto su modelo de negocio es compatible con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados respecto a la época preindustrial.
Según el último informe sobre el té de la asociación, los alemanes bebieron 69,1 litros de té per cápita en 2022, de los cuales 41,3 litros correspondieron a infusiones de hierbas y frutas y 27,8 litros a tés negros y verdes. Un 15,6 por ciento de esa cantidad es de tés de producción ecológica. El clásico país del té, Gran Bretaña, registra un consumo anual de 167 litros per cápita.
El informe cifraba en casi 60.000 toneladas el volumen de las importaciones alemanas de té, procedentes de 82 países, principalmente de China, India y Sri Lanka.