Ciudad de México, 24 jul (elmundo.cr) – El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) presentó el libro “Los maíces nativos en México”, que busca contribuir al fortalecimiento de la agrocadena del maíz y rescatar variedades ancestrales del grano, mejorar las técnicas artesanales para la producción de masa nixtamalizada y llevar a la mesa alimentos de calidad e inocuidad.
En un evento con productores, industriales, empresarios, académicos, funcionarios, legisladores y representantes del sector gastronómico mexicano, Diego Montenegro, Representante del IICA en este país, señaló que “los maíces nativos poseen un enorme potencial productivo por aprovechar, tanto para contribuir a la seguridad alimentaria como para erradicar la pobreza”.
Agregó que las tortillas, base de la alimentación en México, tienen gran potencial para satisfacer demandas del mercado gastronómico, cada vez más sofisticado y exótico.
El maíz es el alimento más cosechado en América y uno de los tres cultivos más importantes del mundo, junto con el trigo y el arroz. Debido a su versatilidad y propiedades alimenticias, esta planta es una de las mejores aportaciones de este continente para el mundo. En torno a este grano se pueden elaborar más de 4 000 productos como alimentos, insumos farmacéuticos y textiles, artesanías, etc.
José Luis Ayala y Erick Quirós, coautores del estudio, manifestaron la importancia de propiciar una visión compartida entre los actores de la agrocadena y promover su inserción en redes de valor.
Desde esta visión, según los investigadores, se podrían diseñar y proponer políticas públicas para la conservación y el mejoramiento genético de los maíces nativos, el fomento de la producción y el uso de semillas criollas mejoradas (considerando protocolos de certificación) y el acceso a programas de apoyos productivos.
Ayala y Quirós señalaron que en América Latina se han identificado alrededor de 220 razas de maíces nativos, de las cuales un 29 % se encuentra en México y que, por sus características de resistencia a sequía y suelos precarios, tienen potencial para su adaptación productiva ante el cambio climático.
Los coautores destacaron la importancia de desarrollar un centro de inteligencia informativa en el que los actores involucrados, como productores, académicos, industriales y empresarios gastronómicos puedan acceder a datos para una mejor toma de decisiones.
Retos
Algunos desafíos fundamentales para trabajar con maíces nativos son fomentar modelos de negocios rentables y sustentables, ofrecer productos artesanales de interés gastronómico de alta calidad y brindar asistencia técnica especializada a los actores de la agrocadena de los maíces nativos.
Pablo Saravia, también coautor del libro, expresó la necesidad de considerar financiamiento para infraestructura útil para la agregación de valor y el desarrollo de un plan nacional que impulse el consumo de tortillas de maíces criollos.