Sao Paulo, 2 set (elmundo.cr) – Era de la madrugada del domingo 1 de septiembre y el Centro Cultural Al Janiah realizaba uno de sus acostumbrados conciertos. Pero a las 3:30 am, cinco personas se plantaron frente la puerta del local y atacaron a los presentes con un cuchillo, lanzaron botellas y gas pimienta en el interior y huyeron de inmediato.
Nadie salió lastimado, pero este acto demuestra que algo cambió en la situación social de Brasil. El restaurante y Centro Cultural Al Janiah, se ubica en uno de los barrios más antiguos de la ciudad de Sao Paulo, y es conocido por ser un centro bohemio y de activismo político.
Es dirigido por Hasan Zarif, un brasileño hijo de palestinos y emplea a más de 35 refugiados palestinos, sirios, cubanos y argelinos. El Centro semanalmente organiza debates sobre política y cultura y tiene una posición crítica con los actuales grupos gobernantes del país.
La administración del lugar considera que este ataque se da en “un contexto de un creciente discurso de intolerancia y odio en el país”.
“Desde el inicio Al Janiah siempre fue conocido por ser un espacio democrático. Su historia se liga a la lucha por la libertad de Palestina”, añade en un comunicado oficial.
El DJ Marcelo Rouge, que trabajaba ese día en el centro declaró en redes sociales “ese odio, por causa del color, etnia y orientación sexual es algo que no se puede aceptar. Este presidente (Jair Bolsonaro), es la persona más terrible que existe en el mundo”.
Para Rouge estos ataques son producto de los discursos xenófobos y anti población LGBTI, que en los últimos meses ha pronunciado el presidente brasileño.
Ante la preocupación por el mensaje político que representa este ataque, varias organizaciones sociales han convocado a una reunión en los próximos días. Ahí definirán las líneas de cómo defenderse ante posibles nuevos ataques.
