Berlín/Bruselas, 19 dic (dpa) – La organización ecologista Greenpeace Alemania criticó hoy duramente la petición realizada por tres regiones alemanas para suspender las sanciones a las que se enfrentan los fabricantes europeos a partir de 2025 por superar los límites de CO2 con su flota.
“Con su exigencia para ejercer menos presión, los primeros ministros de los estados federados se arriesgan a que los fabricantes alemanes se queden aún más rezagados en el futuro mercado de la electromovilidad”, declaró a dpa Marion Tiemann, experta en movilidad de Greenpeace.
El miércoles, los líderes de Baviera, Baden-Wurtemberg y Baja Sajonia, regiones con fuerte presencia de la industria automotriz, dirigieron una carta con dicha petición a la presidenta de la Comisión Europea, la también alemana Ursula von der Leyen.
“La presión para cambiar los límites de la Unión Europea (UE) puede resultar incómoda para algunos fabricantes, pero es urgentemente necesaria para el clima y también para los fabricantes de automóviles”, comentó Tiemann.
En su opinión, la pérdida de cuota de mercado de Volkswagen, BMW y Mercedes en China, el mayor mercado automovilístico del mundo, es una muestra de ello.
“Los tres primeros ministros quieren ahora dar más tiempo a los fabricantes de automóviles para que vendan motores de combustión perjudiciales para el clima. Esto es extremadamente peligroso en vista de las sequías, olas de calor e inundaciones cada vez más frecuentes”, argumentó la experta.
“Para que una buena política económica vaya de la mano de una política climática acertada, debe mantenerse el incentivo para una conversión más rápida y más coches eléctricos asequibles”, dijo Tiemann. “Los límites (sobre CO2) de la flota hacen precisamente eso”, agregó.
Según la actual legislación europea, los fabricantes de automóviles se enfrentan a multas si superan los llamados límites de emisiones de CO2 de su flota, que serán más estrictos a partir de 2025.
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) calcula que la industria podría enfrentarse a multas de hasta 15.000 millones de euros (15.700 millones de dólares).
Todos los vehículos matriculados en la UE en un año determinado no deben superar en promedio un valor límite de CO2, que actualmente es de 115,1 gramos de CO2 por kilómetro y vehículo, medidos mediante un procedimiento de ensayo especial. Está previsto que este valor descienda a 93,6 gramos en 2025 y a 49,5 gramos en 2030.
En su misiva, los líderes regionales alemanes propusieron suspender las multas y adelantar la revisión de los términos de la norma sobre los límites de CO2 al año próximo (está prevista para el 2026), así como por desarrollar una red de carga para vehículos eléctricos.
“La amenaza de una inmensa tasa por exceso de emisiones provocaría una falta de liquidez entre los fabricantes de automóviles para realizar las inversiones necesarias en la transformación”, expusieron.
“Las desventajas competitivas, especialmente frente a los fabricantes chinos, aumentarían”, agregaron al defender su petición.