San José, 20 feb (VOA) – En una madrugada reciente, cuando muchos dormían en España, la poeta nicaragüense Gioconda Belli supo que el gobierno de Daniel Ortega le había revocado la nacionalidad.
El primer sentimiento que tuvo fue de incredulidad, dice la escritora a la Voz de América vía telefónica, pero luego reflexionó que se trataba de “una desenfrenada venganza” de Ortega y su esposa Rosario Murillo, a quienes conoció durante la revolución sandinista de 1979, la que asegura “se terminó” en 1990 con las elecciones en Nicaragua en las que triunfó Violeta Barrios de Chamorro.
“Es una venganza contra el haberse dado cuenta que el pueblo no estaba con ellos en 2018 y ese rechazo que se expresó en las multitudes, en las calles, todo el rechazo que hubo contra esa dictadura es lo que los tiene a ellos absolutamente desquiciados”, manifestó Belli.
Pero su mayor indignación, explica Belli, fue ver que en la más reciente lista de personas desterradas aparecía también su hijo. “Cuando leí la lista me indignó ver el nombre de mi hijo Camilo [de Castro], o sea no solo me agreden a mí, sino a mi hijo, eso como madre, con un hijo tan noble y bueno que tiene me pareció un acto de odio puro y duro”.
Belli forma parte de 94 personas a las que el gobierno de Ortega ordenó que se les anulara su nacionalidad por supuesta “traición a la patria”. La lista incluye a periodistas, opositores, analistas e incluso escritores como ella y el exvicepresidente de Nicaragua y excompañero de Ortega, Sergio Ramírez.
La reconocida intelectual advierte que en medio de lo que denomina “venganza” podría perder su la propiedad de su casa que le costó años de trabajo. “Una persona de mi edad, que tengo 73 años, que de repente te dicen, ‘te vamos a quitar todos tus bienes’, claro que lo afecta a uno porque yo tengo una casa y esa casa ha sido el producto de mi trabajo honrado, de mis libros, realmente esa casa es impecable”.
La poeta, que salió de Nicaragua por razones de seguridad y permanece en España, aclara que su casa no la adquirió por medio de la “la piñata”, como se le conoció en Nicaragua a repartición de casas y bienes a finales de la década de 1980, que pertenecían a personas opositoras a la revolución y fueron entregadas a sandinistas.
“Yo nunca piñateé, yo viví en una casa que me dio de la revolución en los años 80 y yo la devolví cuando me pude comprar mi propia casa con mi dinero. Sí me parece un acto vandálico, de robo descarado y por eso me molesta”, afirma.
Agradecida con el gobierno de España
En medio de todo lo que acontece en Nicaragua, Belli agradece la solidaridad del gobierno de España, el único país en el mundo que hasta el momento ha anunciado que está dispuesto a brindarles una nacionalidad a las más de 300 personas a las que Ortega les ha anulado su nacionalidad.
“Como digo yo, la solidaridad es la ternura de los pueblos. Lo tengo en un poema ahí, esa es la ternura que nos ha dado España. Eso es espectacular y excelente. Yo por nacimiento, por mi ancestro italiano, he tenido la posibilidad de tener un pasaporte italiano pero mi nacionalidad, que yo reconozco en mi sangre, es la nacionalidad nicaragüense”, reafirmó la escritora.
Solidaridad de presidentes de Colombia y Chile
Las acciones recientes de Ortega contra sus opositores ha causado el repudio incluso de países cuyos presidentes representan a la izquierda, la misma ideología que abraza Ortega.
El mandatario chileno Gabriel Boric se solidarizó con la poeta Gioconda Belli “y con todos a los que Ortega ha pretendido despojar de su nacionalidad nicaragüense”.
“No sabe el dictador que la patria se lleva en el corazón y en los actos, y no se priva por decreto. No están solos”, indicó Boric en Twitter.
Mientras que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, escribió en la misma red social de Twitter que “América Latina debe ser un espacio sin presos políticos y sin presos sociales”.
“Toda violación a los derechos humanos debe ser condenada por toda la comunidad internacional. Mi solidaridad con los 94 nicaragüenses que fueron despojados de su nacionalidad”, afirmó Petro.