Buenos Aires, 29 sep (VOA) – El movimiento feminista volvió a las calles de Argentina, y no para reclamar por nuevos derechos, sino para defender los ya conquistados.
En coincidencia con el Día de Acción Global por el Acceso al Aborto, que fue despenalizado en el país sudamericano hace tres años, activistas de organizaciones feministas y LGBT+ se movilizaron el jueves en el centro de Buenos Aires y otras provincias para advertir sobre el riesgo de que haya un retroceso de la agenda de género si triunfa la derecha en las elecciones generales del 22 de octubre.
El movimiento feminista apunta en particular contra el ultraderechista Javier Milei, de la agrupación Libertad Avanza, el candidato mejor posicionado en las encuestas, que se ha expresado en contra del aborto, la educación sexual obligatoria en las escuelas y la cobertura médica gratuita de tratamientos para el cambio de sexo, entre otros temas.
“28S por el aborto, por la ESI (educación sexual integral), por las vidas dignas. Contra las derechas, el ajuste y el FMI (Fondo Monetario Internacional). La Libertad es nuestra”, decía una amplia bandera a la cabeza de la marcha en la capital argentina, que partió de la histórica Plaza de Mayo hasta el Congreso.
Una activista arengaba a los manifestantes con un megáfono al ritmo de “ole, ole, ola, Milei es facho y liberal. Es un machista de la casta patriarcal”.
Sara Rivas, una estudiante de Arte de 28 años, sostenía un cartel escrito a mano que decía “los fachos arden al calor de la lucha feminista” y dibujada una figura de Milei colgado con un pañuelo verde, que identifica a la campaña por el aborto.
“Más que ganar más derechos es hacerlos cumplir, lo más importante es hacer valer lo que ya está”, dijo la joven a AP. “Milei es un negacionista, como venimos viendo, desde negar los femicidios hasta la lucha que ha llevado años la marea verde increíble; no sólo en Argentina, sino en otros países de América Latina… La respuesta es que aquí estamos, no nos vamos a retirar de las calles porque estos logros los conquistamos en las calles”.
Argentina ha estado a la vanguardia regional en el avance de derechos de las mujeres y las diversidades sexuales desde 2010, cuando una ley consagró el matrimonio igualitario. Luego se sucedieron la ley de identidad de género, despenalización del aborto y cupo trans.
Estas conquistas fueron motorizadas por un inquieto movimiento feminista que se puso en alerta después de que Milei resultó el candidato más votado en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del 13 de agosto.
Milei adelantó que en caso de ganar en octubre convocará a un plebiscito para derogar el aborto y cuestionó la educación sexual en las escuelas por considerarla una herramienta de adoctrinamiento de la ideología de género. Además, no está de acuerdo con que el Estado solvente tratamientos médicos de cambios de sexo, tal como está legislado.
Si bien Milei no habló sobre el matrimonio igualitario, su candidata a vicepresidente Victoria Villarruel cuestionó esa norma y defendió al matrimonio como una institución que consagra la unión entre un hombre y una mujer.
En Argentina hubo 96.664 interrupciones de embarazos en hospitales públicos en 2022, lo que representa un aumento del 32 % respecto a 2021, según un reporte del Centro de Estudio de Estado y Sociedad (CEDES) difundido en junio de este año.
Como un espejo de la movilización de mujeres contra Donald Trump y Jair Bolsonaro en Estados Unidos y Brasil, respectivamente, los expresidentes de ultraderecha con los que se identifica Milei, las organizaciones feministas argentinas le dejaron una advertencia.
“La lucha continua y estamos de pie. No vamos a perder. No vamos a retroceder, jamás”, afirmó Silvia Noguera, activista de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Los pañuelos verdes que identifican a este grupo volvieron a agitarse el jueves en el cierre de la movilización frente al Congreso.