Santiago, 19 jun (elmundo.cr) – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) trabaja en conjunto con los gobiernos de la región para evitar que la peste porcina africana (PPA) ingrese al continente americano.
Luego de 40 años de ausencia la PPA reemergió en julio de 2021 en República Dominicana y Haití, lo que llevó a que se declarara la emergencia continental.
La acción coordinada contra la PPA la desarrollan junto a la FAO, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y organismos internacionales, entre ellos: el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), la Comunidad Andina (CAN), the Caribbean Animal Health Network (CARIBVET) y la Caribbean Agriculture Health and Food Safety Agency (CAHFSA), en el marco de la estrategia del Programa Global de Enfermedades Animales Transfronterizas (GF-TAD).
El proyecto es financiado por la Oficina de Asistencia Humanitaria de Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID), y por el Servicio de Inspección de Sanidad Agropecuaria del Departamento de Agricultura de EE. UU (USDAAPHIS).
Lo que buscan es promover acciones de mitigación en los dos países afectados, y acciones preventivas en el resto de los países de América Latina y el Caribe.
La PPA es una enfermedad viral grave que afecta a los cerdos domésticos y silvestres; la misma no representa un riesgo para la salud humana, sin embargo, es una grave amenaza para la economía agropecuaria y la ganadería porcina del continente y del mundo.
Costa Rica en la actualidad está libre de esta enfermedad, sin embargo, desde la FAO hacen un llamado a no bajar la guardia por lo que trabajan junto al Ministerio de Agricultura y Ganadería y el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) fortaleciendo las medidas de bioseguridad, prevención, mitigación y control de fronteras para evitar su ingreso.
Esta enfermedad causa una alta mortalidad en los cerdos, y actualmente no existe una vacuna para frenar la propagación de este virus, en el caso de que algún productor detecte algunos de los síntomas de la enfermedad en sus cerdos es necesario que se comunique con el Senasa.
El Dr. Víctor Neira, de la Facultad de ciencias veterinarias de la Universidad de Chile, señaló entre las medidas para evitar el ingreso de este virus a los países es que se controle el ingreso de productos de origen porcino como los jamones o longanizas, ya que este tipo de productos al ser curados el virus se mantiene y si los restos de este tipo de alimentos llegan contaminados a los cerdos, al comerlos pueden infectarse. Se debe evitar alimentar a los cerdos con basura, en el caso de familias productoras que tengan que alimentar a sus animales con restos de comida lo mejor sería que la cocinen antes de dársela. De igual forma las granjas deben cumplir con los protocolos de seguridad para el ingreso de personas y camiones que puedan llevar consigo el virus, pues estudios han demostrado que vive en materiales como plástico y papel y puede transmitirse también a través del aire.
Por otro lado el economista Damian Tago Pacheco de la FAO recalcó que la PPA impacta la cadena de valor porcina y a la vez otras cadenas de valor lo que ocasiona una distorsión de los mercados y volatilidad de los precios, como ejemplo de esto puso el caso de China, cuando fue afectada por esta enfermedad, en algunas zonas al tener una gran producción que no podía sacarse hacia otras regiones hizo que cayeran los precios, mientras que en otras provincias donde la producción era más escasa el precio de carne de cerdo subió muchísimo de precio; mientras que en el caso de República Dominicana tuvo que optar por aumentar la importación de carne porcina desde Estados Unidos para abastecer su mercado.
El economista fue claro en que con la PPA los que más se ven afectados son los consumidores y los pequeños y medianos productores; pues en China esta problemática ha llevado a la industrialización de la producción porcina pasando de tener un 90% en 2021 de producción en granjas de traspatio a un 40% en 2024, además hay que tomar en cuenta que el impacto de la epidemia puede tomar entre 3 y 10 años para que la industria se recupere.
