Roma, 20 abr (elmundo.cr) – El Fondo Verde para el Clima (FVC), el principal fondo mundial para financiar acciones para combatir el cambio climático, asignará 35,8 millones de dólares EEUU a un proyecto diseñado por la FAO en el Corredor Seco de El Salvador con el objetivo de crear resiliencia al cambio climático en los sistemas agrícolas. El acuerdo de financiación se ha firmado hoy en la sede de la FAO en Roma.
El proyecto RECLIMA, por valor de 127,7 millones de dólares EEUU y una duración de cinco años, busca fortalecer la resiliencia de los pequeños campesinos, que a menudo se encuentran en primera línea frente al impacto del cambio climático, con la promoción de medidas de adaptación al clima, como el uso de semillas tolerantes a la sequía.
Además de la donación del FVC, el proyecto recibirá 91,8 millones de dólares EEUU del Gobierno salvadoreño y del Fondo de la Iniciativa para las Américas (FIAES).
“Se trata del segundo acuerdo completo que la FAO firma este mes con el Fondo Verde para el Clima”, señaló Roberto Ridolfi, Subdirector General de la FAO para Apoyo a los Programas y Cooperación Técnica. “Queremos aprovechar este impulso –añadió- para consolidar nuestros esfuerzos conjuntos frente a los efectos del cambio climático en el mundo y apoyar la gestión sostenible de los sistemas agrícolas y los recursos naturales. También acordamos trabajar juntos para potenciar los recursos del FVC con otros inversores públicos y privados”.
Reforzar la resiliencia de los pequeños campesinos
En el Corredor Seco de El Salvador -zona que sufre de sequías severas, inundaciones y tormentas tropicales-, más de dos millones de personas viven en la pobreza y la vulnerabilidad climática, y más de la mitad de ellas dependen de la producción de cereales como su principal medio de vida.
RECLIMA tiene como objetivo apoyar a 50 000 agricultores familiares -que representan casi el 15 por ciento de todos los que hay en el país-, transformando sus prácticas productivas, mejorando sus infraestructuras básicas y sus conocimientos técnicos para desarrollar sistemas alimentarios plenamente sostenibles y resilientes. Se espera que estos esfuerzos beneficien a unas 225 000 personas vulnerables, incluyendo las de comunidades indígenas.
RECLIMA contempla también la mejora de los sistemas de extensión agrícola y la promoción de un enfoque del paisaje para la prestación de servicios ecosistémicos a través de la restauración de 17 000 hectáreas de tierras degradadas. Además, cerca de 4 000 familias se beneficiarán de un mejor acceso al agua mediante la captación, almacenamiento y distribución de agua de lluvia.
La FAO está liderando la formulación de varios otros proyectos a gran escala del FVC, en todos los continentes, que serán presentados a la Secretaría del FVC en los próximos meses.