Expertos: las ciudades pueden salvar a los insectos en Alemania

ARCHIVO - Plantas y un insecto en un cementerio de la ciudad de Stuttgart ("Expertos: las ciudades pueden salvar a los insectos en Alemania"). Foto: Marijan Murat/dpa

Por Julia Giertz (dpa)

El futuro de los insectos puede estar paradójicamente en las ciudades en vez de en el campo, donde su hábitat se está viendo reducido por la agricultura intensiva, subrayan desde varias organizaciones ecologistas alemanas.

Con motivo del Día Internacional de la Diversidad Biológica este miércoles 22 de mayo, los grupos medioambientales defienden la importancia de conservar espacios silvestres, con plantas autóctonas, tanto en jardines como en lugares públicos como parques y también cementerios.

Lilith Stelzner, responsable de conservación de la naturaleza de la organización ecologista BUND en el estado federado de Baden-Württemberg, explica que donde miles de personas han encontrado su última morada debería volver a existir una vida zumbante y bulliciosa.

Por su parte, la Unión para la Conservación de la Naturaleza y la Biodiversidad (Nabu) lanza este año por primera vez la campaña “Verano de los insectos”, una iniciativa para registrar la actual riqueza de especies.

El número de especies de insectos se estima actualmente en 33.500 en toda Alemania y en 1,2 millones en todo el mundo. Para la campaña se pide a los participantes que registren cuántos insectos rastreros y voladores ven y con qué frecuencia en 60 minutos en un paraje natural.

¿Por qué tomarse tantas molestias por los bichos? Stelzner ofrece varias razones: “La más importante es que los insectos están en la base de la cadena alimentaria y su desaparición sería fatal para todo lo que viene después, por ejemplo aves, murciélagos y anfibios”.

La bióloga explica que aún queda mucho por mejorar en lo que respecta a la protección de los insectos en las zonas urbanas. Parques, zonas de recreo y bordes de carreteras podrían convertirse en oasis para insectos polinizadores como abejas, mariposas, avispas y moscas voladoras.

Un documental de la Asociación de Ciudades y Municipios y la Agencia Federal para la Conservación de la Naturaleza, titulado “Protección de los insectos en la comunidad”, muestra ejemplos prácticos como abrir zonas cerradas, crear franjas de flores, evitar los pesticidas y las fuentes de luz artificiales y segar de forma respetuosa con los insectos.

Y en los cementerios, optar por flores autóctonas en lugar de exóticas, que no florecen todas al mismo tiempo.

Stelzner cree que también habrá un replanteamiento general de los jardines privados. “La gente está muy interesada y puede integrar primero plantas individuales en su jardín y luego reconocer los beneficios”, explica. Por ejemplo, se necesita menos agua y cuidados para las plantas resistentes que para las exóticas, mucho más sensibles a la meteorología.

Thomas Schmitt, director del Instituto Entomológico Alemán Senckenberg, aboga asimismo por cierto desorden en el jardín. “El césped inglés es la muerte de los insectos”, señala.

Y agrega que no se puede sobrestimar la importancia de los insectos para el ser humano. “Si no tuviéramos insectos que polinizaran las plantas, nuestras opciones alimentarias serían pobres: nada de manzanas, peras o arándanos; en su lugar, solo patatas, cereales y maíz”.

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