Por Ulrike von Leszczynski (dpa)
Berlín, 2 mar (dpa) – Sociólogas y médicas alemanas advirtieron de que la pandemia de coronavirus puede haber tenido consecuencias negativas a largo plazo para muchas mujeres en Alemania.
En el marco de la próxima conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, las investigadoras señalaron que, en retrospectiva, este periodo de crisis aparece como un ejemplo de oportunidades perdidas y como una llamada de atención para hacer mejor las cosas en el futuro.
La socióloga berlinesa Jutta Allmendinger recomendó ya antes de la pandemia una semana de cuatro días para hombres y mujeres y pidió seguir el ejemplo de los países escandinavos, donde los hombres pueden pedirse una licencia mayor por paternidad.
“Con la pandemia hubo muchos cambios en muchas trayectorias vitales con los que luego no es tan fácil volver atrás”, señaló ahora Allmendinger. “Para las mujeres quedaron lagunas en su desarrollo profesional, que se manifestarán en la suma total de sus ingresos, tomando en cuenta toda su vida laboral, y en sus jubilaciones”, indicó.
La investigadora dijo que las mujeres redujeron su jornada laboral, cambiaron de trabajo y fueron más proclives a trabajar desde sus casas. Además, tomaron licencias por maternidad más largas de lo previsto.
Ella misma observó esto en su Centro de Investigación de Ciencias Sociales en Berlín, contó. “Perdí a científicas brillantes que se pasaron al ámbito administrativo. El camino hacia una cátedra se vio obstruido para ellas”, dijo.
Incluso las mujeres que estaban haciendo carrera en las grandes empresas de orientación global pasaron a trabajar a tiempo parcial o se tomaron un descanso, añadió. “Las perdedoras son sobre todo las mujeres con hijos pequeños y las mujeres que se hacen cargo del cuidado de sus padres”, indicó.
La socióloga apuntó que percibe además algo más allá del dinero y la carrera profesional. Señaló que se trata de actitudes, normas y cultura social.
La pandemia también afectó a las mujeres en el ámbito de la medicina y la investigación. Ute Seeland, presidenta de la Sociedad Alemana de Medicina Específica de Género e internista del hospital Charité de Berlín, opinó que más allá de la fase inicial más intensa, con la búsqueda de vacunas, que permite perdonar algunas cosas, las mujeres no fueron tenidas en cuenta lo suficiente.
“Hombres y mujeres tienen un sistema inmunológico distinto”, explicó la médica. “Por eso también pueden reaccionar de forma muy distinta a una vacuna, como pasa con cualquier otro principio activo”, señaló.
Comentó que, según los estudios, las mujeres más jóvenes con altos niveles de estrógeno sintieron a veces más efectos secundarios que los hombres con la misma dosis de vacunas contra el coronavirus.
¿Es posible que las mujeres en esa etapa vital puedan haber necesitado dosis más bajas? “Esta cuestión no se ha seguido de forma consecuente”, criticó la médica. Afirmó que los fabricantes prestaron poca atención a este tipo de aspectos y tampoco se les dio gran importancia en los estudios, donde estos temas se encuentran más bien en los apéndices.
Lo que por lo general sucede es que las mujeres suelen complicar las investigaciones debido a sus distintos estados hormonales -con los ciclos menstruales, el embarazo y después de la menopausia-, y, por lo tanto, encarecerlas, alertó.
“Y luego enseguida dicen que el beneficio para la sociedad es mayor si no lo complicamos tanto”, afirmó Seeland. “Ese es el quid de la cuestión. No solo hay que incluir a las mujeres en los estudios. También hay que sacar conclusiones de los resultados”, dijo.
Por otra parte, según el último informe del G7, que nuclea a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, las mujeres alemanas realizan en promedio cuatro horas y dos minutos de trabajo familiar no remunerado al día.
En el caso de los hombres, son dos horas y 30 minutos. El trabajo familiar no se limita a los niños. En Alemania, se trata cada vez más de ocuparse de padres mayores, gran parte de los cuales recibe cuidados en casa.
Allmendinger dijo que con el aumento de la esperanza de vida, la generación más joven tendrá que asumir cada vez más tareas de cuidado, lo que podría derivar en más empleo a tiempo parcial para las mujeres.
Pero los políticos no están abordando este tema, consideró, sino que solo se centran en la digitalización, la protección climática y la guerra de Ucrania. “No estamos construyendo las estructuras que necesitamos”, apuntó.