Ciudad de México, 18 nov (VOA) – El exmandatario boliviano, Evo Morales, afirmó en una, por momentos tensa, entrevista con BBC Mundo, que sigue siendo el presidente y que podría regresar a su país en “cualquier momento”, afirmando que postularse nuevamente como candidato a la presidencia “es mi derecho”, aunque eso no depende de él sino de los movimientos sociales y su partido.
Morales, hablando desde una sala de conferencias en un hotel de Ciudad de México, hacia donde salió el pasado 10 de noviembre tras presentar su renuncia, dice que ni cometió fraude ni tiene ningún asunto pendiente con la justicia, que sólo desea “pacificar Bolivia”, pero al mismo tiempo llama a sus seguidores “a resistir”.
“Me dicen los juristas: mientras que la Asamblea no apruebe mi renuncia, sigo siendo presidente”, dijo Morales, a quien los diputados, horas más tarde de su salida hacia México bajo la promesa de asilo político, le aplicaron una cláusula de “abandono de sus funciones” y “ausencia indefinida del país”.
“Estoy esperando que la Asamblea Nacional decida sobre mi renuncia, si la rechaza o aprueba”, agregó Morales en su entrevista a BBC Mundo, en la cual no dudo en recordar que su partido, Movimiento al Socialismo (MAS) tiene mayoría en la Asamblea y el Senado.
Según el primer presidente indígena de Bolivia, el actual gobierno interino de Jeanine Añez es “una dictadura”, que está masacrando a los indígenas partidarios suyos y que está ahí gracias al “golpe de Estado” que le dio a él “la derecha, la Policía, el Ejército y la OEA”, pero bajo la instigación de la Embajada de Estados Unidos en La Paz.
La salida de Morales de Bolivia no ha resuelto la crisis que se originó tras las denuncias de un flagrante fraude electoral. Miles de simpatizantes de Morales se han lanzado a las calles a una jornada de protestas que ha dejado ya más de 19 muertos y cientos de detenidos tras enfrentamientos con efectivos de la Policía y el Ejército.
Morales dijo que víctimas de las dictaduras militares de los años 1960 y 1970 le advirtieron muchas veces que se cuidara de la sede diplomática estadounidense.
“Sólo no hay golpes de Estado en Estados Unidos porque no hay embajada de Estados Unidos en Estados Unidos”, dijo Morales a BBC Mundo. “Estaba en campaña contra mí la embajada de EE.UU. totalmente. Si estaba en campaña contra mí, cómo no va a participar en un golpe, aunque visiblemente no se ha visto. No solamente es un golpe cívico, político, policial sino también es militar”.
El periodista uruguayo Gerardo Lissardy le recordó a Morales que al momento de salir de Bolivia no denunció en ningún momento que se tratase de un golpe de estado perpetrado por la policía y el ejército, sino una renuncia “para garantizar la paz de Bolivia”.
“Nos ha sorprendido, que haya habido un comunicado de pedido de mi renuncia. Las Fuerzas Armadas no pueden hacer eso, un cuerpo armado no puede pedir mi renuncia”, afirmó Morales. “Yo antes de levantar el vuelo de El Alto hacia Cochabamba, Chapare, dije: Después de que lleguemos a Chapare nos comunicamos. Cuando llego, ya habían pedido mi renuncia”.
“Tengo muchas dudas ahora de algunos jefes o comandantes de las Fuerzas Armadas. El 7 de agosto, día del aniversario de las Fuerzas Armadas, gritando al antiimperialismo, apoyando el proceso, cuestionando la política de la derecha… Y de la noche a la mañana se cambian”, lamentó Morales.
Sobre la Organización de Estados Americanos (OEA), Morales afirma que el organismo hemisférico también participó en el supuesto golpe de Estado, por el contenido de su informe sobre las denuncias de fraude electoral.
Según la OEA, hubo serias irregularidades empezando con la interrupción durante 24 horas de la transmisión de datos electorales, firmas falsificadas y adulteración de actas. Afirmó que “era estadísticamente imposible” que Morales haya ganado en una primera vuelta con un margen superior al 10 por ciento.
Pero según dice ahora Morales, “eran interpretaciones, insinuaciones de que había habido muchas irregularidades. Pero además de eso decía: “Evo ganó, Mesa segundo, no se demuestra quién ganó en la primera vuelta. Pero decide además nuevas elecciones. Si no hemos ganado en la primera vuelta, debía decir segunda vuelta”, afirmó Morales. “Estas son decisiones políticas que tomó la OEA”.
La entrevista se tornó tensa luego que el periodista Lissardy le preguntara a Morales por qué decidió asilarse en México y no en Venezuela, “su más cercano aliado en la región”.
“¿Por qué Venezuela, dígame?”, refutó Morales ante la pregunta. “¿Por qué insinúa eso?”
“Porque es su aliado más cercano en la región…”, respondió Lissardy.
“Tengo tantos aliados: Rusia y China, países en Europa, países que nos admiran bastante, Francia, España…” dijo Morales, a lo que Lissardy insistió que Venezuela ha sido su aliado más próximo.
“Es nuestro aliado. Respeto y admiro mucho. Mi admiración a Hugo Chávez, derrotó al golpismo, al intervencionismo y la guerra económica. Es el pueblo venezolano. Le tengo mucha admiración. Así como el pueblo de Cuba, tantos años y pese al bloqueo, sigue vigente.”, dijo Morales. “Y no por eso me voy a ir allá”.
Asimismo, cada vez que Lissandry confrontaba a Morales con las declaraciones de sus opositores o de la OEA, Morales alegaba que esto no era una entrevista, sino un debate ideológico.
“Sabe por qué le pregunto por qué se fue. Porque usted ha dicho en el pasado que quien se va de Bolivia es un “delincuente confeso”. Muchos le están recordando eso ahora…”, dijo Lissandry.
“Claro, los corruptos con pruebas, con procesos, con sentencias se escaparon. Esos son los delincuentes confesos. Yo dije textualmente: México me salvó la vida. Oye, pregúntame no con chanchullas (trampas). Te están dictando para que preguntes. Yo conozco esa clase de periodistas. Le están dictando qué van a preguntar…”, dijo Morales.
“No, nadie me está dictando. Está en modo avión el teléfono. No está conectado con nada”, afirmó Lissandry. “Estas son mis preguntas que tengo escritas aquí. Tengo la fecha en que usted tuiteó: “Quien se esconde o escapa es un delincuente confeso. NO es un perseguido político”.
Morales reiteró que salió del país porque su vida corría peligro y luego preguntó al periodista uruguayo si él quería ver muerto a Evo. El uruguayo se limitó a responder que “Por favor, nadie quiere que haya muertos aquí…”.
Pero al no recibir un categórico no a su pregunta, Morales le reprochó que por qué no respondía directamente.
“Porque no es usted que me entrevista a mí, lo estoy entrevistando yo a usted”, respondió el periodista.
“Es un debate político”,insistió Morales
“No es un debate, yo no vengo a un debate político, vengo a una entrevista periodística, Evo…”, dijo Lissandry.
“Yo te pido que me pases una grabación de todo esto. Vamos a demostrar que es un debate político”, concluyó el líder indígena boliviano.