Kampala, 25 nov (elmundo.cr) – Mediante la cooperación Sur-Sur, los países del hemisferio sur intercambian con éxito conocimientos técnicos y establecen alianzas innovadoras que, si se refuerzan, pueden seguir desempeñando un papel crucial en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Este fue el mensaje inaugural de un evento de tres días en Kampala para conmemorar el 10º aniversario del Programa de Cooperación Sur-Sur (CSS) y de Cooperación Triangular (CT) entre la FAO y China.
Con el apoyo de China, el programa ha beneficiado directamente a más de 70 000 personas en 12 países en desarrollo de África subsahariana y Asia. El tema elegido para el aniversario es “Inspiración, inclusión e innovación”, ya que se analizan los logros del programa y se pretende mirar hacia el futuro.
“El éxito del Programa de Cooperación Sur-Sur FAO-China no se limita a la transferencia de tecnología, la creación de capacidad y la participación de las mujeres y los jóvenes que trabajan en el medio rural mano a mano”, explicó Abebe Haile-Gabriel, Director General Adjunto de la FAO y Representante Regional para África.
“Lo que es aún más importante -añadió- es su efecto catalizador, que inspira a otros países a unirse a la FAO en la lucha contra la inseguridad alimentaria y la malnutrición, así como contra la pobreza”.
El Presidente de Uganda, Yoweri Kaguta Museveni, figura como invitado especial en el evento el 26 de noviembre. La celebración del aniversario ha reunido a más de 200 delegados de más de 40 países, incluidos Ministros de agricultura de los países que intervienen en la CSS.
La Cooperación Sur-Sur y la Cooperación Triangular -en la que participan terceros países y otros socios- se basa en la solidaridad y ha demostrado su eficacia en la creación de empleo, la construcción de infraestructuras y la promoción del comercio, a la vez que ofrece un modelo complementario a la relación tradicional entre donantes y receptores.
La FAO ha desempeñado un papel pionero en la promoción de ambos tipos de cooperación, y en las dos últimas décadas se han invertido más de 370 millones de dólares EEUU en proyectos y actividades asociadas, y se han desplegado más de 2 000 expertos y técnicos por el mundo. En la actualidad, la FAO cuenta con cerca de 40 proyectos de este tipo en más de 90 países anfitriones, entre ellos Uganda.
En Kampala se encuentran reunidos funcionarios y expertos para debatir los resultados, innovaciones y lecciones aprendidas de los primeros diez años del Programa de CSS FAO-China y para desarrollar una nueva visión para el futuro. Entre las prioridades figuran la digitalización de la agricultura y el uso de plataformas digitales para ayudar a campesinos y productores, así como los servicios financieros para asistir a los pobres de las zonas rurales y que puedan aumentar sus ingresos y salir de la pobreza, en consonancia con los ODS de las Naciones Unidas.
Haile-Gabriel aseguró que es fundamental atraer más inversiones del sector privado y generar una mayor participación de los países desarrollados y en desarrollo.
“Puede lograrse un impacto a gran escala -dijo- solamente cuando los gobiernos nacionales, tanto en los países receptores como en los proveedores, tienen la capacidad de identificar, elaborar, documentar y difundir las buenas prácticas”.
Señaló que la FAO se ha fijado también el ambicioso objetivo de crear hasta 200 alianzas con instituciones académicas y de investigación para fomentar los intercambios técnicos y la creación de capacidad.
Gran apoyo de China
Desde que la FAO y China establecieron el Programa de Cooperación Sur-Sur en 2009, expertos de China han compartido sus conocimientos y tecnologías con agricultores locales de África y Asia. El objetivo ha sido impulsar la productividad agrícola y la sostenibilidad en áreas como la producción de cereales, cría de animales, horticultura, pesca y acuicultura, y gestión y conservación del agua y el suelo.
Para ello se han introducido cientos de tecnologías de bajo costo, incluyendo 330 especies de animales y plantas, 120 prácticas de producción y 200 tipos de maquinaria y herramientas agrícolas. En total, se han celebrado 1 300 sesiones de formación en diversos países y más de 290 expertos y técnicos chinos se han desplegados directamente en 12 países.
El programa ha contado igualmente con el apoyo de Brasil, India, Corea del Sur, Alemania, Japón y los Países Bajos, que han colaborado a través de la Cooperación Triangular.
Nigeria, Uganda, Namibia, Sri Lanka y Mongolia son algunos de los países que se han beneficiado de las iniciativas de la CSS para mejorar su seguridad alimentaria, los medios de subsistencia y los ingresos de los pequeños productores familiares.
Uganda se ha beneficiado de proyectos de Cooperación Sur-Sur desde diciembre de 2011 con apoyo para mejorar el sector agrícola y nuevas estrategias para impulsar la producción y la rentabilidad de los cultivos, la ganadería y la pesca.
Los expertos también han estado trabajando con los agricultores de Namibia para mejorar la producción agrícola sostenible, aprovechando la experiencia china en la producción de arroz, la gestión de suelos y plagas y la producción hortícola y de mijo menor. La capacitación práctica sobre el terreno -impartida por expertos chinos- permitió a los campesinos namibios aumentar el rendimiento del arroz en más de un 10 por ciento, en gran medida como resultado de nuevas técnicas de producción arrocera.
En Nigeria, se desplegaron 650 expertos y técnicos chinos en varios estados para compartir su experiencia en la producción de arroz, la acuicultura y otros campos. Mientras que en un proyecto diferente en Kenya, China colaborará con Alemania y el país africano a través de la cooperación triangular, para desarrollar una cadena de valor del té neutra en carbono resiliente al clima y un mercado para los productos de té. Kenya es el tercer productor de té del mundo y el mayor de África, y el cambio climático ha supuesto una importante amenaza para la producción de este cultivo.
Un nuevo proyecto regional de la CSS en el Sudeste asiático se centra en la lucha contra las enfermedades transfronterizas de los animales -como la peste porcina africana-, en la subregión del Gran Mekong (GMS) que abarca Laos, Camboya y Myanmar.
Este proyecto, de tres años de duración y que se puso en marcha en 2019, tiene por objeto establecer una mayor colaboración para mejorar la detección, prevención y propagación de la peste porcina africana y abordar los problemas de las enfermedades endémicas de los cerdos en los países afectados.
Datos destacados del Programa de Cooperación Sur-Sur entre la FAO y China
• Más de 70 000 beneficiarios directos a nivel comunitario en las zonas rurales y varios cientos de miles de beneficiarios indirectos;
• Un millar de participantes de más de 100 países han asistido a más de 40 actividades de desarrollo de capacidad (viajes de estudio, cursos de capacitación de alto nivel, talleres, seminarios, reuniones de expertos, diálogos sobre políticas, simposios y foros);
• Más de 290 expertos y técnicos chinos desplegados directamente en 12 países (10 en África y 2 en Asia), de los cuales más de 240 para misiones de dos años de duración sobre el terreno para el desarrollo de la capacidad de carácter presencial y mano a mano;
• El Fondo Fiduciario chino de 80 millones de dólares EEUU ha apoyado las actividades del Programa y ha impulsado nuevas asociaciones de CSS.
Tanto la Cooperación Sur-Sur como la Cooperación Triangular han demostrado su eficacia en la creación de empleo, la construcción de infraestructuras y la promoción del comercio en los países del hemisferio sur. Su objetivo es impulsar un amplio marco de colaboración entre los países en desarrollo y ofrecer un modelo complementario a la relación tradicional entre donantes y receptores.