Estadounidenses se emancipan de Trump para proteger el clima en Bonn

Por Christoph Driessen (dpa)

A primera vista parece como si a orillas del Rin se hubiese erigido una estación espacial compuesta de unos iglús blancos. Pero dentro no hay comida de astronautas, sino bagels, cookies y donuts. Políticos estadounidenses envían desde allí una señal clara: “We are still in”, “aún estamos dentro” del acuerdo para la protección del clima.

El U.S. Climate Action Center no es obra de la delegación oficial de Estados Unidos, la que representa la salida del acuerdo de París anunciada por el presidente Donald Trump. Los enviados de Trump se mueven “más bien con un perfil bajo” en la conferencia del clima (COP23) de Bonn, opina el subsecretario alemán de Medio Ambiente, Jochen Flasbarth.

Todavía no han entrando en acción, pero esta semana, cuando la 23era conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático entre en su fase decisiva, se preparan para promocionar las ventajas del carbón, el gas y la energía atómica, según trascendió en los pasillos.

La gigantesca y futurista carpa en los prados del Rin es la embajada del “otro Estados Unidos”. Allí se congregan ambientalistas como el multimillonario ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, fundador de la iniciativa “America’s Pledge” (La promesa de América). Es la promesa de que Estados Unidos no sólo seguirá siendo fiel al Acuerdo de París, sino que lo aplicará a pesar de Trump.

El mandatario norteamericano ha dejado claro que su país abandonará el compromiso asumido junto a otros más de 190 Estados para limitar el calentamiento global a dos grados Celsius respecto a los niveles de la era preindustrial.

Sin embargo, según los plazos vigentes, ello no ocurrirá hasta el 4 de noviembre de 2020, un día después de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.

“Esa es una buena noticia”, consideró en Bonn el ex vicepresidente estadounidense y premio Nobel de la Paz Al Gore en medio de ovaciones.

Hasta entonces, estados de peso como California y muchas ciudades se han propuesto avanzar para reducir sus emisiones y cumplir sus propias metas. “Estados Unidos tienen un sistema federal. Los estados tienen poder real”, aseguró el gobernador de California, Jerry Brown.

El californiano está orgulloso de haber forjado una alianza con otros 12 estados de su país y con otras regiones del mundo, incluida la alemana de Baden-Württemberg.

Al Gore arrancó muchos aplausos con una broma que gusta hacer cada vez que aparece en público en la conferencia en Alemania. Al hablar de los próximos comicios presidenciales en su país, utilizó la frase “si llegamos a tener un nuevo presidente” juntando las manos como rogando al cielo.

También Bloomberg entusiasmó a la audiencia al afirmar que a más tardar en tres años se acaba el gobierno de Trump y que el próximo mandatario dará a conocer un día después de las elecciones que Estados Unidos no saldrá finalmente del acuerdo.

Algo que suena muy simple, siempre y cuando el pueblo estadounidense no vuelva a votar a Donald Trump el 3 de noviembre de 2020. “Ha cambiado el viento”, asegura Gore. Visto desde Bonn, Trump ya casi parece ser parte del pasado.

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