Ciudad del Vaticano, 15 oct (elmundo.cr) – Llueve sobre mojado en el pequeño estado vaticano, el principal guardaespaldas del Sumo Pontífice, Domenico Giani, dimitió tras la divulgación de datos de la investigación contra cinco altos funcionarios de la Santa Sede por irregularidades financieras.
El Papa aceptó la renuncia del Jefe de la Gendarmería, Domenica Giani. La decisión fue tomada después de la fuga de noticias sobre la investigación que ha involucrado a cinco dependientes de la Santa Sede relacionados con escándalos financieros. Uno de los involucrados era el encargado de la Oficina contra el reciclaje de capitales (AFI), que trataba de salir de un periodo de fraudes económicos y oscuras operaciones financieras.
En particular se le achaca al Giani, la fuga de noticias después de la publicación del semanario italiano “L’Espresso” de un folleto de prohibición de ingreso al Vaticano de los involucrados con sus respectivos cargos y las fotos. Además de Tommaso Di Ruzza, director de la citada AIF, había dos altos cargos de la Secretaría de Estado, Vincenzo Mauriello y Fabrizio Tirabassi, y el Jefe del Departamento de Información y Documentación, monseñor Mauro Carlin. El Papa Francesco se enfadó, llegando a calificar la fuga de noticias como “de pecado mortal”.
Los implicados están siendo investigados por su responsabilidad en la participación en operaciones financieras irregulares entre Londres, Luxemburgo y Roma. El caso está en manos de la justicia vaticana que investiga si hubo fraude con los dineros de la Santa Sede.
“Renuncio a mi cargo habiendo siempre dicho y testimoniado de estar pronto a sacrificar mi vida para defender aquella del Papa, con este mismo espíritu he tomado la decisión de renunciar a mi cargo para no dañar en ningún modo la imagen y la actividad del Santo Padre. Asumiéndome esa responsabilidad objetiva que solo un comandante puede sentir”, fueron las palabras de Giani.
“El documento que circuló para uso interno y exclusivo de los gendarmes y guardias suizos, humilló la dignidad de esas personas. También yo como comandante probé vergüenza por lo sucedido y por el sufrimiento infligido a estas personas. He dedicado 38 años de mi vida al servicio de las instituciones, primero en Italia, y después 20 años en Vaticano, al Romano Pontífice. En estos años he dado todas mis energías para asegurar el servicio que me había sido encomendado. He tratado de hacerlo con la abnegación y profesionalidad, pero sintiéndome como un siervo inútil que ha hecho hasta el fondo su pequeña parte”, dijo Domenico Giani.
La difusión del documento fue un modo para golpear al comandante, quien tenía veinte de años servicio como ‘ángel de la guardia’ de tres Pontífices. Haber dirigido investigaciones y perquisiciones, durante estos años, le crearon muchos enemigos internos. La misma investigación sobre las inversiones inmobiliarias nace de un enfrentamiento interno al vaticano entre el IOR (Banco Vaticano) y la Secretaria de Estado. El comunicado oficial de la Santa Sede habla de responsabilidad objetiva: “queriendo garantizar la justa serenidad para el proseguimiento de las investigaciones coordinadas por el Promotor de Justicia y desarrolladas por el personal del Cuerpo (….) El comandante, aun no teniendo alguna responsabilidad subjetiva en el caso, ha puesto su encargo en las manos del Santo Padre, en espíritu de amor y fidelidad a la Iglesia y al Sucesor de Pedro”.
El Comandante ha sido acusado de omiso control y la no individuación del soplón, pero en realidad su renuncia se encuadra en una guerra interna que se remonta a varios meses y que se consumió en la gestión de numerosas investigaciones delicadas, desde la pedofilia, al secuestro de la joven Emmanuela Orlandi, hasta la gestión alegre del patrimonio vaticano y las relaciones entre el IOR y el Anti-reciclaje.
La nota asegura que el Papa conversó “largamente” con Domenico Giani para expresar “su aprecio por su gesto, expresión de libertad y sensibilidad institucional” y por el trabajo que “ha realizado con humildad y discreción al servicio” de la Santa Sede”.
