Jerusalén, 12 may (VOA) – Al menos 40 personas han muerto en la Franja de Gaza y Jerusalén en combates entre el grupo islámico Hamas y fuerzas de seguridad de Israel, que este miércoles escalaron a un nuevo nivel.
Israel lanzó una nueva ronda de ataques aéreos durante la madrugada contra policías e instalaciones de seguridad. Un edificio residencial y de oficinas de varios pisos sufrió grandes daños, pero no había nadie adentro durante el bombardeo.
El Ejército de Israel afirmó el miércoles que ultimó a varios comandantes de Hamas en ataques aéreos en Gaza y Jan Yunis. En un comunicado, las fuerzas israelíes revelaron que realizaron “un operativo complejo y sin precedente” contra “una parte clave del ‘Comando General’ de Hamas” considerado cercano al líder del ala militar del grupo islamista.
Hamas no ha comentado al respecto.
En otras acciones el martes, un edificio similar se derrumbó totalmente, pero hubo avisos anteriores de que lo evacuaran porque iba a ser destruido.
Los ataques aéreos, que según los militares israelíes fueron dirigidos contra sitios de lanzamiento de cohetes, oficinas de inteligencia y casas donde residen líderes de Hamas, mataron a 35 personas en Gaza, de ellas 10 niños, según el Ministerio de Salud de la franja.
También hay más de 200 lesionados.
En Israel, cinco personas perecieron el martes en ataques de cohetes de Hamas, dos de ellas en la ciudad de Ashkelon. Hamas ha disparado cientos de cohetes hacia Tel Aviv y sus suburbios desde el lunes, incluso 130 misiles el martes por la noche después del derrumbe del edificio en Gaza.
Son las acciones más violentas entre Israel y Hamas desde la guerra de 2014 en Gaza. Todo comenzó la semana pasada con disturbios sobre el control de Jerusalén e intentos de colonos judíos de apropiarse de comunidades bajo control de los árabes.
Las tensiones se propagaron a Cisjordania, donde cientos de residentes de comunidades árabes en todo Israel protestaron durante la noche por las acciones de las fuerzas de seguridad israelíes contra palestinos.
Un palestino de 26 años murió el martes en choques con tropas israelíes en un campamento de refugiados cerca de la ciudad de Hebrón, y en la ciudad de Lod, cerca de Tel Aviv, un árabe de 25 años fue abatido a tiros por un residente judío.
Más de 700 palestinos han resultado heridos en Jerusalén y Cisjordania.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el martes que Estados Unidos condenaba los ataques de cohetes de Hamas y de otros grupos terroristas y que el respaldo del presidente Joe Biden “a la seguridad de Israel, a su derecho a defenderse y defender a su pueblo, es fundamental”.
Añadió que la administración apoya la solución de dos estados al conflicto entre Israel y los palestinos.
“Creemos que tanto los palestinos como los israelíes merecen iguales niveles de libertad, seguridad, dignidad y prosperidad, y las autoridades de EE. UU. han estado conversando en las última semanas con funcionarios israelíes sobre cómo los desalojos de familias palestinas que han vivido por años, a veces décadas en sus casa, y cómo las demoliciones de esas casas conspiran contra nuestros intereses comunes y de lograr una solución al conflicto”, dijo Psaki.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas planeaba celebrar este miércoles una reunión de emergencia a puerta cerrada para discutir la situación,
Algunas fuentes dijeron que Estados Unidos está retrasando los esfuerzos del Consejo para emitir una declaración formal sobre la escalada de las acciones por temores a que pueda perjudicar esfuerzos tras bastidores para poner fin a la violencia.
¿Qué hay de por medio?
Mario Sznajder, profesor emérito de Ciencia Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en Israel, le explicó a la Voz de América que el detonante histórico de los hechos “es el marco del conflicto palestino israelí, pero el detonante puntual sucedió hace algunos días en Jerusalén, en torno a una disputa por propiedades que habían sido compradas por judíos, en época del imperio turco”.
Hace dos días, señala el profesor, el movimiento Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, lanzó contra Israel un ultimátum, según el cual, “si hasta las seis de la tarde de ese día, Israel no desocupa con sus fuerzas policiales y de seguridad en general, gendarmería también, la explanada de las mezquitas, o sea el entorno de la mezquita de al-Aqsa, que es el tercer lugar sagrado del islam, Hamas, desde la franja de Gaza, atacará Israel”.
Israel no se retira, ya que está a cargo de la seguridad del lugar, generando la respuesta de Hamas, a través de misiles que iban dirigidos a Jerusalén y, aunque no alcanzan la ciudad ni cumplen el objetivo militar, sí llegan a alrededores y, de ahí en adelante, comienza el encadenamiento de violencia, y contrataques de ambos bandos que ya han afectado a la población civil, explica el doctor en Ciencias Políticas.
A la situación, además, se le suma el aplazamiento de las elecciones generales palestinas, después de 15 años, que tenían lugar el 22 de mayo, pero que fueron postergadas por el presidente de la autoridad palestina, explica el doctor.
“Esto tiene que ver con el hecho de que Hamas, que controla la Franja de Gaza, se dice patrono político real de la situación palestina que, de no ser postergada las eleciones, las hubiera ganado y que está dispuesto a enfrentar a Israel, alrededor del tema de la mezquita de al-Aqsa”, señala.
Papel de la comunidad internacional
En ocasiones pasadas países como Egipto suelen mediar en el conflicto.
No obstante, dice el doctor Sznajder, aunque lo primero que se debe conseguir es el cese al fuego y una solución política, “es un objetivo muy difícil de lograr” por “las divisiones internas, la enemistad a nivel de casi de enfrentamientos” y por que en Israel todavía no se ha constituido un gobierno que pueda negociar, aún hay un gobierno de transición.
Una resolución, a largo plazo, también tiene dificultades, puesto que “requeriría muchísimo trabajo diplomático, trabajo de sociedad civil, democratización de ambas sociedades y lograr aumentar los niveles de confianza mutua que, en situaciones de conflicto y de violencia, son muy difíciles de conseguir”.
En su criterio, el doctor señala que las posiciones de los diferentes gobiernos tienen mucho impacto, y quizás el más importante desde el punto de vista israelí, es el del Gobierno de Estados Unidos, especialmente con la nueva Administración.
Sin embargo, señala que las presiones no servirían en este caso. “Las presiones con incentivos positivos serán muy bienvenidas y quizás ayuden”, pero las presiones negativas e intentos de bloqueos generalmente producen más violencia en el Medio Oriente”.
De esta manera, deben actuar, no solo como mediadores, sino que “hicieran ver tanto a la palestinos como israelíes que, desde el punto de vista internacional, ambas ganarían mucho y tendrían las garantías suficientes que les permitiesen seguir adelante. Alcanzar lo que, en este momento no existe, un proceso de paz que comienza con acuerdos de algún otro tipo y seguirían adelante hasta lograr un acuerdo total”.