Ginebra, 17 ago (elmundo.cr) – El jueves de la semana pasada, el órgano Ejecutivo de Bolivia, la Asamblea Legislativa y el órgano electoral plurinacional llegaron a un acuerdo unánime según el cual el país deberá celebrar las elecciones generales pospuestas dos veces para el 18 de octubre próximo.
El enviado personal del Secretario General de las Naciones Unidas manifestó beneplácito y afirmó que se trata de un “logro fundamental” que da garantías sobre la fecha de las elecciones y que “ayuda a superar las divisiones políticas y la incertidumbre que preocupaban a muchos sectores de la sociedad boliviana, movilizados o no, así como a la propia comunidad internacional”.
“Con este consenso, se consolida efectivamente la vía hacia un proceso electoral confiable cuyos resultados sean respetados por todos los actores”, dijo Jean Arnault en un comunicado.
El respaldo de la ONU
El diplomático reiteró la disposición de la ONU de contribuir al proceso y detalló las medidas que seguirá:
- Apoyar al Órgano Electoral Plurinacional con un equipo de expertos internacionales y nacionales que aporten toda la asistencia requerida, a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y con el pleno apoyo de la Unión Europea y sus Estados miembros, Suecia, Canadá y el Reino Unido.
- Respaldar el proceso electoral con estándares y medidas de bioseguridad a través de la Organización Panamericana de la Salud.
- Velar por el respeto a los derechos civiles y políticos de las personas durante el proceso electoral a través de la Misión en Bolivia de la
- Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y ONU Mujeres.
- Apoyar las iniciativas para fomentar la participación ciudadana en el proceso y la observación electorales nacional.
- Involucrarse activamente en todos los esfuerzos de diálogo para superar los escollos que se puedan presentar en el camino rumbo a las elecciones del 18 de octubre.
- Propiciar el respaldo internacional político, diplomático, financiero y técnico al proceso electoral y a la pacificación del país a través del Secretario General de la ONU.
Arnault agregó que, además del respaldo al proceso electoral, las agencias de las Naciones Unidas continuarán colaborando con las instituciones nacionales y subnacionales para la contención de la pandemia de COVID-19 en el país.
Para concluir, el enviado de la ONU consideró que el objetivo ahora debe ser mantener y ampliar el acuerdo nacional, por lo que llamó a los todos los actores políticos y sociales del país, así como la ciudadanía, a sumarse en un esfuerzo que permita llevar a cabo una elecciones pacíficas e incluyentes en la fecha final que se ha establecido.
Los antecedentes
El 23 de julio pasado, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia anunció que las elecciones presidenciales se celebrarían el 18 de octubre, lo que significó una segunda postergación de los comicios programados originalmente para el 3 de mayo y luego pospuestos para septiembre, explicando que el cambio obedecía a informes médicos que apuntaban a un pico de la pandemia de COVID-19 para fines de agosto y principios de septiembre.
La medida aumentó las tensiones que se viven en Bolivia desde los últimos meses del año pasado y generó una serie de protestas que incluyeron el bloqueo de carreteras.
Bolivia había quedado acéfala el 10 de noviembre luego de que el presidente Evo Morales renunciara por “sugerencia” de los responsables del ejército.
Los acontecimientos de noviembre de 2019 fueron la culminación de semanas de manifestaciones a favor y en contra del gobierno que siguieron a las elecciones presidenciales del 20 de octubre en las que se dio como ganador sin necesidad de una segunda vuelta a Evo Morales sobre su contrincante, el expresidente Carlos Mesa.
Los detractores de Morales consideraron que los resultados de los comicios eran fraudulentos y las movilizaciones se fueron tornando violentas, dejando varias decenas de muertos.
El 14 de noviembre, después de realizar consultas con varias partes, el diplomático Jean Arnault viajó a Bolivia en calidad de enviado personal del Secretario General de la ONU para apoyar los esfuerzos en busca de una solución pacífica a la crisis.