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El transporte sostenible es clave para el cambio hacia la energía verde

Unos turistas pedalean por los alrededores de Nyhavn, en Copenhague (Dinamarca). Unsplash/Febiyan
Unos turistas pedalean por los alrededores de Nyhavn, en Copenhague (Dinamarca). Unsplash/Febiyan

Ginebra, 15 oct (NoticiasONU) – “En los próximos nueve años debe producirse un cambio global hacia las energías renovables. El transporte sostenible es fundamental para esa transformación”, con estas palabras inauguró este jueves el Secretario General de la ONU la Conferencia de dos días sobre el Transporte Sostenible, que arrancó este jueves en la capital de China.

La Conferencia de la ONU examina cómo el transporte puede contribuir a la respuesta climática, el crecimiento económico y el desarrollo sostenible, y se celebra pocas semanas antes de la Conferencia sobre el Clima (COP26), que tendrá lugar en la ciudad escocesa de Glasgow.

En su discurso de apertura, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, subrayó lo que está en juego.

“El transporte, que representa más de una cuarta parte de los gases de efecto invernadero a nivel mundial, es clave para ir por el buen camino. Debemos descarbonizar todos los medios de transporte para llegar a cero emisiones netas en 2050 en todo el mundo”, dijo.

El cambio hacia un transporte sostenible podría suponer un ahorro de 70 billones de dólares para 2050, según el Banco Mundial.

Un mejor acceso a las carreteras podría ayudar a África a autoabastecerse de alimentos y crear un mercado regional de alimentos por valor de 1 billón de dólares para finales de la década.

El transporte es fundamental para el desarrollo sostenible

La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto que el transporte es “mucho más que un medio para llevar a las personas y las mercancías de un punto a otro”, dijo el titular de la ONU.

De hecho, el transporte es fundamental para la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París sobre el cambio climático, que estaban ya “muy mal encaminados” antes de la crisis sanitaria.

El Acuerdo de París pretende limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados, pero la puerta hacer algo al respecto se está cerrando, advirtió.

Todos jugamos un papel

La descarbonización del transporte requiere que los países aborden las emisiones del transporte marítimo y la aviación, ya que los compromisos actuales no están en línea con el Acuerdo de París.

Las prioridades en este sentido incluyen la eliminación progresiva de la producción de vehículos con motor de combustión interna para 2040, mientras que los buques con cero emisiones “deben ser la opción por defecto” para el sector del transporte marítimo.

“Todas las partes interesadas tienen un papel que desempeñar, desde los individuos que cambian sus hábitos de viaje hasta las empresas que transforman su huella de carbono”, dijo el Secretario General.

Instó a los gobiernos, además, a incentivar el transporte limpio, por ejemplo, a través de normas reglamentarias e impuestos, y a imponer una regulación más estricta de las infraestructuras y la contratación.

Un transporte más seguro para todos

El Secretario General apuntó también que deben abordarse las cuestiones de seguridad y acceso.

“Esto significa ayudar a más de mil millones de personas a acceder a carreteras pavimentadas, con espacio designado para peatones y bicicletas, y proporcionar opciones de transporte público convenientes”, dijo.

“Significa proporcionar condiciones seguras para todos en el transporte público, poniendo fin al acoso y la violencia contra las mujeres y las niñas, y reduciendo las muertes y las lesiones por accidentes de tráfico”.

Un transporte resiliente

La recuperación pospandémica también debe conducir a sistemas de transporte resilientes, con inversiones destinadas al transporte sostenible y a la generación de empleos decentes y oportunidades para las comunidades que viven aisladas.

“El transporte público debe ser la base de la movilidad urbana”, dijo. “Por cada dólar invertido, crea tres veces más puestos de trabajo que la construcción de nuevas autopistas”.

Dado que muchas de las infraestructuras de transporte existentes, como los puertos, son vulnerables a los fenómenos climáticos extremos, es necesario mejorar el análisis de riesgos y la planificación, así como aumentar la financiación para la adaptación al clima, especialmente en los países en desarrollo.

Guterres subrayó la necesidad de establecer colaboraciones eficaces, incluso con el sector privado, para que los países puedan trabajar juntos de forma más coherente.

“El potencial transformador del transporte sostenible sólo puede liberarse si las mejoras se traducen en la erradicación de la pobreza, en empleos decentes, en una mejor salud y educación, y en mayores oportunidades para las mujeres y las niñas. Los países tienen mucho que aprender los unos de los otros”, dijo.

A contrarreloj

Desde los coches y autobuses eléctricos hasta las fuentes de energía con cero emisiones de carbono, las nuevas tecnologías emergentes, junto con cambios políticos innovadores, son fundamentales para combatir el cambio climático. Sin embargo, para que sean eficaces, se debe garantizar que las estrategias de transporte benefician a todos, incluidos los más pobres, según un nuevo informe de múltiples organismos de la ONU, publicado en vísperas de esta Conferencia.

“El tiempo apremia para cumplir con el plazo de 2030″ de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo sobre el Cambio Climático de París, afirmaba el jefe del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES) de la ONU, Liu Zhenmin, en el prólogo de dicho informe

Un esfuerzo global concentrado

El nuevo informe traza el camino hacia un enfoque integrado y sostenible para hacer que las ciudades sean seguras y resilientes, como se indica en el Objetivo de Desarrolo Sostenible 11.

“Casi dos años consumidos de la Década de Acción de las Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, debemos reconocer que es necesario acelerar el progreso simultáneamente en los distintos objetivos y metas”, dijo Liu.

Por lo tanto, es necesario hacer “un esfuerzo mundial concentrado” en las áreas donde confluyen de manera sistemática las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo sostenible, dijo, describiendo el transporte sostenible como “una de estas áreas cruciales”.

Los efectos del COVID-19

La pandemia del COVID-19 ha supuesto un retroceso en el progreso hacia la erradicación de la pobreza, el fin del hambre, el empoderamiento de la mujer, el fortalecimiento de la educación y la mejora de la salud pública.

Sin embargo, el cambio climático no ha hecho ninguna pausa.

“La temperatura media mundial en 2020 fue de 1,2°C por encima de los niveles preindustriales, acercándose peligrosamente al límite deseado de 1,5°C”, dijo Zhenmin.

La pandemia hizo que también se retrasara la Conferencia de Transporte un año y medio más tarde de lo previsto.

Según el informe, la recuperación de la pandemia es una oportunidad para todo el mundo de replantearse el transporte de pasajeros y de mercancías, así como las soluciones integradas para cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Cambio de mentalidad

Desde que se celebró la primera Conferencia de Transporte, hace cinco años en Turkmenistán, la importancia del transporte sostenible ha cobrado mayor relevancia en un mundo cada vez más unido por la globalización y la digitalización.

“El transporte es vital para promover la conectividad, el comercio, el crecimiento económico y el empleo. Sin embargo, es también una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero.”, recordó Liu.

“Es fundamental resolver estos desequilibrios para lograr un transporte sostenible y, en consecuencia, un desarrollo sostenible”.

El informe sobre el transporte sostenible sostiene que, cuando se aplican adecuadamente, las nuevas tecnologías emergentes resultan claves para resolver muchos de los retos urgentes; al acelerar las soluciones existentes, como los vehículos con emisiones de carbono bajas o nulas y los sistemas de transporte inteligentes, y al crear nuevas infraestructuras de combustible, energía y digitales que mitigan las consecuencias perjudiciales.

“Las innovaciones, impulsadas por las nuevas tecnologías, los cambios en las preferencias de los consumidores y la elaboración de políticas de apoyo, están cambiando el panorama del transporte”, reconoció el Liu.

Un cambio de escenario

Aunque la ciencia puede ser clave para encaminarnos hacia la sostenibilidad, algunas de las nuevas tecnologías también pueden afianzar al mismo tiempo las desigualdades, imponer limitaciones a ciertos países o presentar retos adicionales para el medio ambiente.

Por lo tanto, el uso de estas nuevas tecnologías debe ir acompañado de medidas que mantengan y amplíen el acceso equitativo a los servicios de transporte, así como de aquellas que mitiguen el impacto medioambiental en todo el ciclo de producción de los vehículos.

El informe anima a los gobiernos y a los organismos internacionales a regular el desarrollo y el despliegue de todas las nuevas tecnologías de transporte.

Momento histórico

Según el jefe de Asuntos Económicos y Sociales, la Conferencia de Pekín supone “un momento histórico para las partes interesadas de todo el mundo” que servirá “para debatir los retos y las oportunidades, las buenas prácticas y las soluciones”.

El informe, elaborado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales en colaboración con una amplia red de agencias de la ONU, presenta los antecedentes a los debates y las opciones para el camino a seguir que se tratarán en la Conferencia del Transporte.

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