Por Andreas Landwehr y Lars Nicolaysen
Pekín, 4 mar (dpa) – China saca músculo en defensa y eso alarma a las naciones vecinas. Y aunque la portavoz del Congreso Nacional del Pueblo, Fu Ying, defendió hoy como completamente normal el incremento de cerca de “un diez por ciento” en el gasto militar, las naciones vecinas siguen con preocupación el creciente poder militar chino.
En respuesta a ello, desde Japón hasta Filipinas, pasando por Vietnam e India empezaron ya hace tiempo una carrera armamentística. Y también la superpotencia de Estados Unidos ha incrementado sus actividades militares en el espacio Asia-Pacífico.
“Para un gran país como China es necesario que se pueda defender bien”, señaló Fu Ying, que hizo el anuncio un día antes de que arranque en Pekín la sesión anual del Congreso Nacional del Pueblo. De esta forma se registra un incremento de dos dígitos en esta partida por quinto año consecutivo. Bajo el capítulo de “defensa”, China incluye sus aspiraciones territoriales sobre islas y existencias de recursos naturales en el mar de China Oriental y mar de la China Meridional, que eventualmente impondría por la vía militar.
Japón considera el rearme de China como uno de los mayores desafíos a la seguridad en la región. La zona de supervisión aérea que China estableció en 2013 en amplias partes del mar de China Oriental está calificada de “peligrosa”.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, se esfuerza en recabar apoyos para la posición de Japón de que China está tensando la cuerda. La actuación agresiva de China, según el punto de vista japonés, sirve también a Tokio como justificación para reforzar su papel político de defensor, así como el crecimiento de su propio presupuesto de defensa, que alcanza cifras récords.
Corea del Sur se encuentra en una difícil posición, ya que tiene que equilibrar sus relaciones con China y Estados Unidos. La relación con Japón se ha enfriado algo, mientras que Seúl está más pendiente de su principal socio comercial, China. Pero a Seúl le preocupa que este fortalecimiento sea una fuente de inestabilidad. Los analistas critican que la comunicación con Pekín en cuestiones de seguridad se vea limitada a por el hecho de que uno de los principales socios de Corea del Sur sea Estados Unidos y China sea el tradicional aliado de Corea del Norte, lo que hace que persista la tensión en la región.
En la disputa insular, China emprendió en noviembre una campaña conciliadora durante la cumbre de Asia-Pacífico (Apec) en Pekín, según señala Sebastian Heilmann, director del Instituto Merics de China en Berlín. Sin embargo, “los vecinos tienen que estar preocupados de todas formas”. El rearme de China, explica, apunta a una equivalencia o superioridad frente a potenciales adversarios, desde Japón hasta Estados Unidos y eso forma parte del concepto “fuerza nacional amplia”, explica Heilmann.
Con el acercamiento entre China y Taiwan, considerada una región secesionista, las tensiones han disminuido, pero la presión militar sobre la isla persiste. “Los confictos militares regionales pueden estallar en cualquier momento, sobre todo si hay una colisión casual en un área marítima en disputa o si puede en la propia China provocar desestabilización interna”, advierte Heilmann.
“El rearme chino es claramente una amenaza y crea peligro para los vecinos, inclusive Vietnam”, comenta el vietnamita experto en China Duong Danh Dy, que fue cónsul general en la ciudad china de Guangzhou. “Vietnam no puede enviar tropas para luchar contra China porque Vietnam es un país pequeño y China un gigante”.