Atenas de Grecia, 23 dic (elmundo.cr/AFP) – El parlamento griego aprobó en la noche del martes al miércoles la ley que otorga el derecho a contraer uniones civiles a las parejas del mismo sexo, pese a que en el país la conservadora iglesia ortodoxa tiene un importante peso y se oponía al proyecto.
La ley fue apoyada por 193 parlamentarios de los 249 asistentes a la sesión, con 56 votos en contra.
“Este es un día importante para los derechos humanos”, celebró tras la aprobación de la ley el primer ministro, Alexis Tsipras.
Tsipras, líder del partido de izquierda Syriza, destacó que la normativa da a las parejas del mismo sexo los mismos derechos “en la vida y en la muerte” y termina con un “atraso” y una situación “vergonzosa para Grecia”.
Además de abrir el pacto de unión libre a los homosexuales, el texto aumenta los derechos de los contrayentes, acordándoles en materia de fiscalidad, jubilación y herencia un estatus equivalente al de las parejas casadas, salvo el derecho de adopción.
Amnistía Internacional celebró la aprobación como un “paso histórico” pero denunció que las lesbianas, los homosexuales, los bisexuales, las personas transgénero e intersexuales (LGBT) siguen siendo discriminadas.
“Pese a este primer paso, la comunidad LGBT en Grecia todavía vive en un ambiente de hostilidad”, expresó Gauri van Gulik, subdirector de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.
“Los ataques físicos han aumentado, el discurso del odio es frecuente y pasa desapercibido para las autoridades, incluso las muestras de afecto entre parejas del mismo sexo están censuradas en televisión”, agregó.
La ONG dijo además que esta ley no ofrece garantías para las personas transgénero.
Grecia cumple así con sus obligaciones, después de haber sido condenada en 2013 por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por discriminación tras una denuncia de activistas homosexuales.
“En vez de celebrar, deberíamos disculparnos ante miles de nuestros compatriotas”, dijo Tsipras.
La nueva ley fue apoyada por cuatro partidos además de Syriza, pese a que los socios del gobierno de Tsipras, la formación de derecha soberanista Anel votó en contra.
“La constitución griega protege la maternidad. ¿Puede haber maternidad en el hombre?”, planteó el parlamentario de Anel, Vassilis Kokkalis.
– ‘El amor no es un pecado’ –
Fuera del parlamento griego y de la catedral de Atenas, activistas por los derechos de las minorías se congregaron para esperar la decisión.
“El amor no es un pecado”, rezaba una de las pancartas, mientras que dos hombres vestidos de curas se besaban frente al templo.
Grecia es uno de los últimos países europeos donde las parejas del mismo sexo no tenían un reconocimiento legal.
Respondiendo a la presión de la Iglesia, el gobierno de derechas que tenía el poder en 2008 excluyó explícitamente a las parejas homosexuales del pacto de unión libre creado para armonizar el derecho nacional con las reglas comunitarias europeas y modernizar un derecho familiar inalterado desde hace 20 años.
Dos parejas homosexuales respondieron ante esto contrayendo matrimonio civil en el ayuntamiento de la pequeña isla egea de Tilos, aprovechando que los textos sobre el matrimonio civil no especifican el sexo de los cónyuges.
Los esposos, al ver anuladas sus uniones llevaron el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.