Redacción, 16 nov (elmundo.cr)- Aunque la represión del régimen cubano hacia quienes lo adversan pacíficamente no cesa desde hace 60 años, EL MUNDO ve con preocupación la ola de detenciones y amenazas contra periodistas, artistas y activistas por los DD.HH en las últimas dos semanas.
Se trata de más de una decena de disidentes, entre los que destacan la curadora de arte, Anamelys Ramos; el artivista, Luis Manuel Otero Alcántara; los reporteros independientes, Iliana Hernádez, Esteban Rodríguez y Héctor Valdés Cocho; la poeta, Katherine Bisquet; el rapero, Maykel Castillo; el productor, Michel Matos; la profesora, Omara Ruiz Urquiola, también paciente de cáncer y que fue golpeada por efectivos policiales el viernes anterior y le reventaron una lesión.
El grupo lleva extensas jornadas protestando con poesía, frente a la estación policial de Cuba y Chacón, en La Habana, para exigir la libertad de uno de sus colegas, el músico contestatario, Denis Solís González, quien acaba de ser condenado a ocho meses de prisión por ‘desacato’. Solís González fue detenido violentamente el 9 de noviembre de 2020, en las calles Habana y Paula, a unas cuadras de su casa, y le realizaron un juicio sumario dos días después.
Como respuesta a sus lecturas han recibido detenciones, restricción de movimiento, maltratos y amenazas por parte de fuerzas policiales y agentes de la Seguridad del Estado (policía política) cubana.
A la fecha reconocidas organizaciones internacionales se han pronunciado contra estos actos. Tal es el caso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); Artículo 19; Human Rights Watch, Cubalex y otros.
Es importante dejarle claro al gobierno de la isla que el mundo está viendo sus técnicas violatorias del artículo 3, 11, 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Desde este medio exigimos al régimen cubano que cese los ataques a la libertad de expresión, creación y asociación en el país, y más recientemente su ensañamiento con estas personas que integran la sociedad civil. Pedimos también garantías para su integridad física y psicológica, y su seguridad personal.
