El correo llega en bote a una región del este de Alemania

La cartera Andrea Bunar vuelve a repartir desde hoy cartas y paquetes por vía fluvial en la región oriental alemana del Bosque del Spree. Foto: Sebastian Christoph Gollnow/dpa

El pueblo de Lehde, en la región del Bosque del Spree o Spreewald, en el este de Alemania, volvió a recibir el correo en bote, una tradición de más de cien años de antigüedad.

La funcionaria del correo Andrea Bunar distribuyó hoy las primeras cartas y varios paquetes por esta vía.

La cartera, de 53 años, tiene a su cargo la distribución de correo en bote durante la temporada de verano a 65 hogares que no tienen conexión directa con calles en el distrito de Lübbenau.

En invierno, la repartidora cubre la ruta a pie, cruzando pequeños puentes que conectan las islas con las casas. El barrio de Lehde, en la ciudad brandenburguesa de Lübbenau, atrae cada año a muchos turistas por su pintoresco escenario cerca de la frontera con Polonia.

La empresa de correos alemana Deutsche Post informó que la funcionaria entrega cada semana más de 600 misivas, cartas certificadas y postales, así como unos 80 paquetes pequeños y grandes.

La cartera se traslada en una batea de cuatro metros de eslora que se impulsa empujada por un largo remo contra el lecho del río.

De esta forma, el reparto se realiza de forma silenciosa y no afecta al medio ambiente. No se permite el uso de barcos a motor en la zona del Spreewald, declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco. La temporada de bateas postales termina a mediados de octubre.

Algunos transportes pueden suponer un reto, por ejemplo cuando Bunar debe repartir televisores de pantalla plana, columpios o neveras con su barcaza. Según reveló, el año pasado le tocó entregar un manzano y un arco de fútbol. Los paquetes pueden pesar hasta 31,5 kilos.

A veces tiene que enfrentarse a obstáculos inesperados en la ruta. Los fuertes vientos dificultaron el año pasado, por ejemplo, el manejo de la batea, según relató.

En otra oportunidad, un árbol caído frenó el trayecto de regreso. “Un remero que iba delante de mí saltó al agua en calzoncillos y apartó el obstáculo”, recordó Bunar.

Esta inusual forma de entregar el correo tiene 127 años de tradición en la zona de Lehde.

Últimas noticias