Ginebra, 17 mar (elmundo.cr) – “No podemos sofocar un incendio a ciegas y no se puede detener una pandemia si no sabe quién está infectado” ha afirmado el director general de la Organización Mundial de la Salud este lunes, quien ha tenido un mensaje muy claro para todos los países: hagan pruebas para detectar todos los casos sospechosos y para saber dónde se encuentra el virus.
El doctor Tedros Adhanom Gebreyesus explicó que durante la última semana se ha apreciado un aumento mundial de la propagación del coronavirus COVID-19. Ya no solo el número de casos es mayor en el resto del mundo que en China, epicentro del origen del virus, sino también de las muertes.
Observó asimismo que se ha apreciado un rápido crecimiento en las medidas de distanciamiento social, como el cierre de escuelas y la cancelación de eventos deportivos y otras reuniones, así como de la aplicación de medidas higiénicas.
“Las medidas de distanciamiento social pueden ayudar a reducir la transmisión y permitir que los sistemas de salud hagan frente a la situación”, aseguró mientras que “lavarse las manos o toser en el codo puede reducir el riesgo para uno mismo y para los demás”.
Sin embargo, destacó que “ninguna basta por sí misma para detener la propagación del virus” y explicó que lo que no se ha observado es un aumento “lo suficientemente urgente de las pruebas, el aislamiento y el rastreo de contactos”, lo que describió como “la columna vertebral de la respuesta” a la lucha contra el COVID-19.
“La forma más efectiva de prevenir infecciones y salvar vidas es romper las cadenas de transmisión. Y para hacer eso, se deben hacer pruebas” y “tomar medidas para aislar los casos positivos”, agregó.
“Tenemos un mensaje simple para todos los países: hagan pruebas, hagan pruebas, hagan pruebas. Hagan una prueba de cada caso sospechoso. Si dan positivo, aíslenlos y descubran con quién han estado en contacto cercano hasta dos días antes de que desarrollaran síntomas, y hagan pruebas a esas personas también.
Informó de que todos los días se están fabricando los kits de laboratorio para satisfacer la demanda global de análisis. La Organización Mundial de la Salud ha enviado casi 1,5 millones de esas pruebas a 120 países.
“Estamos trabajando con las empresas para aumentar la disponibilidad de pruebas para los más necesitados”, agregó.
Tedros también indicó que la OMS recomienda que todos los casos confirmados, incluso los leves, queden confinados en centros de salud, para evitar la transmisión y proporcionar una atención adecuada.
Reconoció que muchos países ya han excedido su capacidad para atender casos leves en centros de salud especializados y aconsejó que, en esa situación, los países den prioridad a los pacientes mayores y aquellos que ya tienen otras afecciones.
Comentó que algunos países han ampliado su capacidad de respuesta mediante el uso de estadios y gimnasios para atender casos leves, mientras derivan la atención de los casos graves y críticos a hospitales. Otra opción, dijo es aislar y atender a los pacientes con síntomas leves en su hogar, pero indicó que esta situación puede poner en riesgo a los cuidadores, por lo que se les debe dar instrucciones de cómo actuar: por ejemplo, paciente y cuidador deben llevar una máscara cuando estén en la misma habitación.
Los niños también están en riesgo
“Aunque nuestras investigaciones sugieren que el grupo de mayor riesgo son los mayores de 60 años, los jóvenes, incluidos los niños, también han muerto”, dijo Tedros, por lo que la OMS ha emitido directrices específicas para el cuidado de los adultos mayores, los niños y las mujeres embarazadas.
A este respecto, la doctora María VanKerkhove, especialista de la Organización, dijo: “los niños se pueden contagiar y pueden infectar. Algunos son asintomáticos. Sabemos que suelen tener síntomas leves, pero hemos visto niños morir por coronavirus. Es importante que tratemos a los niños como población de riesgo”.
Otro motivo de preocupación para la OMS son otras poblaciones de riesgo especialmente vulnerables.
“A medida que el virus se traslada a países de bajos ingresos, nos preocupa profundamente el impacto que podría tener en las poblaciones con alta prevalencia del VIH, o entre los niños desnutridos”, comentó Tedros.
Mensajes para todo el mundo
Esta “es la crisis de salud mundial que definirá nuestra era. Los próximos días, semanas y meses serán una prueba de nuestra determinación, nuestra confianza en la ciencia y nuestra solidaridad. Este tipo de crisis sacan lo mejor y peor de la humanidad”, declaró Tedros dirigiéndose a todas las sociedades del planeta.
Durante la rueda de prensa, Tedrosy otros responsables de su organización respondieron a preguntas sobre distintos países, entre ellos sobre España y México.
El director general de la OMS felicitó al Gobierno de Pedro Sánchez, con quien dijo haber estado en contacto, por su determinación para combatir el COVID-19 y las medidas valientes que ha tomado.
Sin embargo, destacó que “el compromiso político al más alto nivel no será suficiente”. Por ello, hizo un llamado a toda la sociedad española para que “siga las indicaciones de las autoridades” y adopten las medidas y recomendaciones que se están pidiendo. “El coronavirus es un asunto de todos”, dijo, una frase en la que insistió en varias ocasiones.
Con respecto a una pregunta sobre México, que ha visto aumentar los casos en los últimos días, la doctora VanKerkhove recomendó que adopte las medidas que ha recomendado a otros países, entre ellas, reducir las concentraciones de personas que pueden suponer un foco de propagación del virus.
Por su parte, Tedros dijo, como ya había hecho en el caso de España, que México sólo tendrá éxito en el control del COVID-19 con el el máximo compromiso político y se involucra a toda la población. E insistió una vez más en que “es responsabilidad común”.
Invertir en la sanidad pública
Sobre el estrés que están sufriendo los sistemas sanitarios, el director general de la Organización Mundial de la Salud comentó que ya había dicho “que incluso los países ricos verían sorpresas” y aseguró que el coronavirus “supone una llamada de atención”.
“Los sistemas sanitarios de los países ricos ya funcionan al 95% de su capacidad y cuando llega una emergencia como esta es muy difícil de controlar. Creo que tenemos que aprender una lección de esto”, afirmó.
Por su parte, el doctor Mike Ryan indicó que “claramente todos tenemos que invertir más en salud pública. Ahora no es el momento. Pero todos tendremos que analizar cuánto invertimos en salud pública”.