Washington, 17 jun (elmundo.cr) – Los Estados Unidos alcanzarán las 201,129 muertes por COVID-19 en octubre del presente año según una nueva estimación del Instituto para los Parámetros y la Evaluación de la Salud (IHME) publicado el martes, después de que la semana pasada 18 estados registraran una tendencia creciente en el número de infecciones.
Este estudio señala a las medidas de desconfinamiento iniciadas en las últimas semanas como las responsables de estas próximas muertes, pues se iniciaron cuando algunos estados reportaban todavía un número creciente de casos. La serie de nuevos picos de contagios en varios estados hacen que se ponga en duda la reapertura, de acuerdo al más reciente conteo hay 2.144.195 casos de COVID-19, de los cuales 117.440 personas fallecieron.
Nueva York es el estado más afectado, con 392.810 casos confirmados y 31.750 fallecidos, otros de los estados más afectados son: Nueva Jersey (169.927 contagios; 12.727 muertes), California (155.676 casos; 5.118 muertes), Illinois (133.016 contagios; 6.326 muertes), Massachusetts (105.885 infectados; 7.665 muertes), Texas (87.668 contagios; 1.973 muertes) y Michigan (66.085 contagios; 6.017 muertes)
Muchos epidemiólogos, alcaldes, gobernadores y los funcionarios de salud repitieron un concepto que no fue escuchado por conveniencias económicas: una vez que inicien las reaperturas seguirán oleadas de contagios por Covid-19. Desafortunadamente, este terrible escenario se está verificando en los estados del llamado cinturón solar, que incluye Arizona, Florida, Georgia, Luisiana, Mississippi, Nuevo México, Carolina del Sur, Texas, California, Carolina del Norte y Utah, donde nacen nuevos y alarmantes brotes.
Arizona ha pedido a los hospitales que activen planes de emergencia para socorrer a los pacientes con Covid-19, la Florida tiene 1,000 nuevas infecciones al día, Oregón no ha podido contener la propagación del virus en muchos centros, lo que a obligado al gobernador a interrumpir la reapertura gradual, y así está sucediendo en Utah, mientras que en Texas los casos están creciendo rápidamente en ciudades más grandes como Houston, San Antonio y Dallas.
Si el estado de Nueva York está experimentado no más de 20 muertes al día por el virus los otros estados van tristemente en la dirección opuesta. Los picos están llevando a muchas autoridades a un dilema: aceptar el aumento continuo de infecciones como un costo esperado por reapertura de las actividades comerciales o suspender el ablandamiento de las restricciones e imponer nuevos límites.
En Houston, la jueza de Harris, Lina Hidalgo, el oficial de más alto rango del condado advirtió que la comunidad está “al borde de un desastre” e instó a los residentes a minimizar el contacto físico, pero su petición no ha sido escuchada desafortunadamente y están surgiendo nuevos y alarmantes brotes. Además cualquier plan para restablecer los bloqueos locales no tiene efecto legal ante la orden ejecutiva que emitió el gobernador Greg Abbott para reabrir las actividades comerciales.
Basta recorrer los Mall para ver gente que acude en masa a los restaurantes y a los diferentes negocios sin el debido distanciamiento, en los salones de belleza la gente está sin máscaras y no mantiene las distancias. Hay avisos que invitan al distanciamiento social y al uso de máscarillas, pero al parecer la gente no le da mucha importancia. El hecho es que no hay leyes o directivas precisas y uniformes, el gobernador, amigo de Trump, piensa que para salvar la economía vale la pena perder la vida de algunas personas, especialmente si son ancianos.
Las autoridades del área de Miami – una de las más afectadas – aseguraron esta semana que iniciar un nuevo confinamiento sería el “último recurso” pues tendría consecuencias muy negativas para una “economía quebrada” y con unos 400,000 desempleados.
Todo el contrario ha sido aplicado en la capital de Texas, Austin, donde el alcalde Steve Adler ha decidido alargar hasta el 15 de agosto la orden de quedarse en casa debido al crecimiento en el número de casos. En Carolina del Norte, otra de las regiones afectadas por este rebrote, el gobernador Roy Cooper anunció el lunes que decidirá en las próximas horas si la desescalada continúa.