Washington, 30 ago (VOA) – Estados Unidos está considerando frenar importaciones de productos nicaragüenses como medida de presión al gobierno de Daniel Ortega, indicaron varias fuentes del gobierno con conocimiento de los planes a la Voz de América.
Según las conversaciones internas, el gobierno estadounidense buscaría bloquear algunos de los rubros más importantes que Nicaragua exporta a Estados Unidos a través del Tratado de Libre Comercio CAFTA-DR, vigente desde 2006.
El movimiento sería la “salida” que la Casa Blanca habría encontrado para limitar la participación de Nicaragua en CAFTA-DR, tras haber concluido que no tiene autoridad legal para sacar a un país miembro del tratado, indicaron los funcionarios a VOA.
En su lugar, argumentarán su “autoridad de tomar estas decisiones por razones de seguridad nacional”.
La posibilidad de excluir a Nicaragua de CAFTA fue expuesta por los propios funcionarios del gobierno Biden y respaldada de forma bipartidista por miembros del Congreso, basándose en lo estipulado en la Ley Renacer.
En julio la administración Biden excluyó a Nicaragua de la lista de exportadores de azúcar como medida de presión.
En 2021, Nicaragua exportó más de 4.600 millones de dólares en productos hacia Estados Unidos, cerca de 1 millón de dólares más que en 2020, según datos del gobierno estadounidense.
La administración del presidente Joe Biden se debate entre aplicar una política de más presión a Nicaragua o mantener abierta la vía al diálogo bilateral con el gobierno de Ortega, que ha sido rechazada por Managua en varias oportunidades este año.
La semana pasada, la portavoz del presidente Biden adelantó que Estados Unidos seguirá tomando medidas junto a la comunidad internacional por el “deterioro drástico del respeto por los principios democráticos y los derechos humanos” en Nicaragua.
La tensión entre EEUU y Nicaragua subió de nivel en agosto cuando Managua retiró el beneplácito al nominado del presidente Biden para embajador en ese país.
Según el gobierno sandinista, el diplomático representa la “política injerencista” de Washington.
Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca respondió a una solicitud de comentarios de la VOA que por el momento no tenía “ninguna acción para anunciar”.
Las relaciones entre Nicaragua y Estados Unidos se han tensado desde el año 2018, cuando estallaron violentas protestas contra el presidente Daniel Ortega que dejaron unos 320 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Washington, quien es el principal socio comercial de Managua, ha impuesto desde entonces una serie de sanciones individuales a funcionarios allegados a Ortega, así como a los familiares del mandatario.
Estados Unidos ha aprobado varias leyes, entre ellas la Nicaraguan Investment Conditionality Act (Nica Act) en contra de los préstamos que el gobierno de Nicaragua busque ante entidades financieras multilaterales, y más recientemente la Ley de Reforzamiento de la Adherencia de Nicaragua ( Ley Renacer), firmada por el presidente Joe Biden en noviembre de 2021 y que restringe los préstamos de los bancos multilaterales a la administración de Ortega.
La Ley Renacer pide al presidente estadounidense revisar la participación de Nicaragua en el tratado comercial CAFTA-DR.
Ortega se ha referido a las sanciones como “violatorias al derecho internacional” y ha buscado nuevos aliados, entre ellos China, con quien restableció relaciones en diciembre de 2021, tras finalizar lazos diplomáticos con Taiwán.
También ha reforzado sus relaciones con Rusia, a quien apoyó reforzando el discurso de que buscaba “pacificar” a Ucrania durante la invasión.