Washington, 27 jul (VOA) – El presidente Donald Trump anunció el viernes que Guatemala firmó un acuerdo de “tercer país seguro” que ayudará a “acabar con el abuso generalizado del sistema y la crisis paralizante en nuestra frontera”.
El acuerdo se espera que disminuya considerablemente el número de solicitudes de asilo de migrantes centroamericanos en Estados Unidos.
El acuerdo requerirá que los migrantes que lleguen a Guatemala en su camino hacia Estados Unidos soliciten asilo en Guatemala y no en la frontera estadounidense.
La medida podría reducir el elevado número de migrantes, entre ellos salvadoreños y hondureños, aunque no son los únicos, que han abrumado el sistema de inmigración de Estados Unidos. Para el presidente Trump representa una victoria, precisamente en momentos en que afina su campaña rumbo a la reelección.
“Este acuerdo sacará del negocio a coyotes y contrabandistas”, afirmó Trump. “Esas son malas personas”, añadió.
El anuncio se hizo después que una corte de California impidió al gobierno de Trump aplicar nuevas políticas de asilo más restrictivas.
Trump afirmó el viernes que el acuerdo protegerá “los derechos de aquellos que tienen peticiones legítimas”, acabará con el “abuso” del sistema de asilo, y aminorará la crisis en la frontera sur de Estados Unidos.
El mandatario añadió que como parte del acuerdo, EE.UU. incrementará el acceso a visas de trabajo temporales H-2A a trabajadores del campo de Guatemala, que ayudará a los comerciantes, agricultores y ranchos”.
“Vamos a hacer que ese programa sea mucho más fácil y menos engorroso”, añadió el mandatario estadounidense.
Sin llamarle “acuerdo de tercer país seguro” sino “acuerdo de cooperación respecto al examen de solicitudes de protección”, el gobierno de Guatemala oficializó a través de su cuenta de Twitter la suscripción de un acuerdo con Estados Unidos, por parte del ministro de gobernación guatemalteco Enrique Degenhart y el Secretario Interino del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS por sus siglas en inglés).
En el comunicado también anuncian a corto plazo la firma de otro acuerdo para ofrecer oportunidades de visas H2A, enfocadas a trabajadores agrícolas quienes podrían laborar legalmente en Estados Unidos por un máximo de 3 años, como lo establecen las condiciones de este tipo de visa. Y a mediano y largo plazo anuncia la posibilidad de extender las oportunidades a los sectores de construcción y servicios.
En su cuenta de Facebook, el presidente Jimmy Morales ha argumentado que estas negociaciones evitan las sanciones económicas anunciadas para Guatemala, como tarifas que se impondrían a las remesas familiares, aranceles a los productos de exportación y restricciones migratorias.
En conferencia telefónica, el Secretario Interino del DHS señaló que “esta es la culminación de un esfuerzo extendido con nuestra Guatemala y otros socios en la región para desarrollar planes juntos, para asumir la responsabilidad compartida del desafío migratorio y el fenómeno migratorio que enfrentamos en toda la región”.
Guatemala niega que se trate de tercer país seguro
En entrevista con la Voz de América, el ministro Degenhart negó que se tratara de un acuerdo de un tercer país seguro y lo llamó como un acuerdo de cooperación.
El ministro señaló que, en este caso, “no es el mismo porque estamos hablando de hondureños y salvadoreños que tienen libre movilidad en el territorio y en la región” y, por ende, “no es un convenio con aplicaciones de esta naturaleza”.
Ambas naciones habían estado negociando el acuerdo durante meses, y Trump amenazó el miércoles con imponer aranceles y otras represalias a Guatemala si no aceptaba el trato.
Al respecto, el ministro de Guatemala dijo que, de no haberse hecho el acuerdo, su país hubiera corrido un riesgo inmenso: “El hecho de haber considerado tener impuestos a las exportaciones, donde le 50 por ciento de las exportaciones del país van con destino a EE.UU. y el 36 por ciento de la totalidad de las exportaciones de Guatemala vienen al mercado norteamericano habría sido nefasto”, le dijo a la VOA.
Añadió que se hubieran puesto en riesgo más de un millón de puestos de trabajo. Además, la prohibición de viajes a EE.UU. que hubiese impactado de manera importante a los guatemaltecos.
Detalles del acuerdo
McAleen afirmó que las dinámicas de las familias que llegan en busca de asilo; dijo que “si usted tiene una familia que viene de Guatemala a la frontera con Estados Unidos, queremos que se sientan seguros para reclamar la protección de la solicitud de asilo lo antes posible. Y así, teniendo ese proceso de asilo disponible para esa familia, a través de otro grupo, existe una solicitud de asilo apropiada de una demanda de persecución religiosa, étnica, racial y religiosa, que debe hacerse lo antes posible”, sostuvo.
El secretario interino del DHS también que este acuerdo se trabajó en colaboración con el Departamento de Estado y con el apoyo de la embajada de Estados Unidos en Guatemala; además, que ha visitado al equipo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en la región y con los propios Servicios de Ciudadanía e Inmigración y, según él, todas esas entidades están trabajando en colaboración con el gobierno de Guatemala en temas de capacidad de asilo.
Sobre los desafíos legales, McAleen respondió que la Ley de Nacionalidad de Inmigración es la que cubre este tipo de acuerdos con gobiernos extranjeros. Y que cree que Guatemala puede trabajar en forma consistente con su régimen legal y la supervisión del tribunal constitucional.
Al referirse al tema de la seguridad, añadió que es peligroso “etiquetar a un país entero como inseguro, ya que a menudo pintamos Centroamérica con un pincel muy amplio. Guatemala ha tenido una reducción significativa en su tasa de homicidios y luego en su tasa de crímenes violentos en los últimos cinco años”.
No queda claro por el momento cuándo entrará en vigor el acuerdo. La Corte Constitucional de Guatemala concedió tres interdictos que impiden al gobierno firmar el acuerdo sin la aprobación del Congreso.
Degenhart le dijo a VOA Noticias que para que entre en vigencia, hace falta una revisión por parte de los abogados de Guatemala y señaló que aún está pendiente la “definición y elaboración conjunta de un plan de implementación”, pero reafirmó que la implementación se dará lo más pronto posible y que, por ahora, el acuerdo tienen un plazo de caducidad de dos años con revisiones trimestrales.
Algunas reacciones
El congresista demócrata y presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes Eliot Engel, señaló que esta firma y el acuerdo adelantado por Trump era “cruel e inmoral, además de ilegal”.
“Sencillamente, Guatemala no es un país seguro para los refugiados y los que solicitan asilo, como lo requiere la ley. Carece de los procesos de asilo y protección requeridos por la ley de los Estados Unidos para la negociación de dicho acuerdo”, señaló.
La congresista guatemalteca Norma Torres, señaló en Twitter que “que si bien hay muchas preguntas sobre los que contiene este acuerdo, la pregunta más básica es: si Guatemala está tan segura, ¿por qué su gente huye a nuestra frontera sur para escapar de la corrupción la violencia y la pobreza en sus hogares?”.
“La idea de que Guatemala sería un país seguro para los refugiados de Cuba, África u otros países es ridícula y todos los saben. Una vez más el gobierno guatemalteco ha optado por desafiar la voluntad de su propio pueblo de ganarse al favor del gobierno de Trump. Esto es un insulto al sentido común”, añadió.
Los candidatos presidenciales que se disputarán la segunda vuelta electoral el 11 de agosto próximo, en Guatemala, también han emitido su postura de rechazo a través de redes sociales.
Mientras tanto, el sector comercial ha empezado a manifestarse. La Cámara del Agro, que aglutina a asociaciones de productores agrícolas y pecuarios del país, indicó que espera que con el acuerdo alcanzado se olviden las amenazas comerciales a las exportaciones y empleos de los guatemaltecos.