Nueva York, 27 mar (VOA) – La zona caliente del coronavirus dejó de ser China o Italia. Ahora es Estados Unidos, con la mayor cantidad de contagios confirmados, 85.505 en la noche del jueves. En medio de la mala noticia, algo alentador: EE.UU. tiene una baja tasa de mortalidad respecto a otros países.
Los expertos habían pronosticado que en algún momento Estados Unidos se convertiría en el epicentro de la pandemia del nuevo coronavirus que empezó en China y está afectando ya a 175 países con más de medio millón de infectados. Ese momento llegó el jueves.
Estados Unidos pasó en casos el jueves a China y a Italia, los dos países que tenían la mayor cantidad de infectados. Según el monitoreo diario que efectúa la Universidad John Hopkins, ayer alcanzó 85.505 infectados. China sigue en segundo lugar con 81,782 infectados, mientras Italia tiene 80.589.
Las estadísticas, sin embargo, también reflejaron un punto alentador. El índice de mortalidad entre los infectados en Estados Unidos es mucho menor que el de China e Italia. La tasa de mortalidad en Estados Unidos es de aproximadamente 1,5 por ciento. La de China es aproximadamente de un 4 por ciento. La de Italia, de un 10 por ciento.
Alemania es un país que ha atraído la atención internacional por su bajo índice de mortalidad. Con unos 44.000 infectados, sólo ha registrado 267 muertes, aproximadamente un 0,6 por ciento. Estados Unidos mientras tanto, con 85.505 casos, había reportado hasta en la noche del jueves 1.296 muertes, un 1,5 por ciento.
“En mi opinión está muy, muy baja”, dijo el presidente Donald Trump, según reportó The New York Times, “Una cosa es tener la enfermedad, y otra es morirse”.
Autoridades de Estados Unidos, como el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, han dicho que la pandemia de coronavirus podría ser un problema de 90 días, con ajustes en el trabajo y el estilo de vida que posiblemente continúen “hasta julio”.
El secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, afirmó que el coronavirus se superará en un periodo de meses.
Ambos funcionarios basaron su orientación en “una variedad de modelos” derivados de cuánto tiempo el coronavirus ha afectado a otras naciones. Milley reconoció que los modelos “pueden o no aplicarse a Estados Unidos” porque “francamente, nadie sabe realmente” cuánto durará esto.
Las evaluaciones de los líderes del Pentágono difieren de las de su comandante en jefe, el presidente Trump, quien el martes dijo durante una entrevista de Fox News que “le gustaría que el país se abriera y simplemente ansiara irse en Semana Santa”, menos de tres semanas de distancia.
En una entrevista con Sean Hannity, de Fox News, Trump puso en duda la gravedad de la situación y si en realidad se necesitan tantos ventiladores médicos como dice el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo.
“Tengo la sensación de que muchos de los números que se están diciendo son simplemente más grandes de lo que terminará siendo”, dijo Trump. “No creo que necesiten 40.000 o 30.000 ventiladores. Vas a un hospital y lo que tienen son dos ventiladores. Y ahora de pronto te dicen: ¿Podemos pedir 30.000 ventiladores?”
Cuomo, por su parte, volvió a insistir, preguntando que “¿dónde están las mascarillas, dónde están los guantes, dónde están los ventiladores médicos?”
“El presidente dijo que esto era como una guerra”, agregó Cuomo, en una rueda de prensa. “Pues empiece a actuar como si fuera una guerra”.
En las últimas semanas, los estados tomaron la iniciativa declarando el cierre de escuelas, de empresas en actividades “no esenciales”, prohibiendo grandes aglomeraciones de gentes en eventos deportivos, conciertos y actos culturales.
Trump ha planteado ahora la posibilidad de que el manejo de la crisis se haga a nivel de condados, aumentando las pruebas de coronavirus para tener una idea más clara sobre que áreas tienen mayor incidencia de contagios y adoptar medidas en esas zonas, sin paralizar todo un estado.
El plan fue abordado en la rueda de prensa del jueves, pero los detalles están aún siendo elaborados.