Dos millones de personas son esperadas en Río para recibir 2016, año olímpico

A man in costume is seen before the 91th Sao Silvestre international 15 km race in Sao Paulo, Brazil, on 31 December 2015. Thirty thousand runners participated in the 15 km traditional New Year's Eve event. AFP PHOTO / Miguel SCHINCARIOL / AFP / Miguel Schincariol

A man in costume is seen before the 91th Sao Silvestre international 15 km race in Sao Paulo, Brazil, on 31 December 2015. Thirty thousand runners participated in the 15 km traditional New Year's Eve event. AFP PHOTO / Miguel SCHINCARIOL / AFP / Miguel Schincariol

Río de Janeiro, 31 dic (elmundo.cr/AFP) – Dos millones de personas son esperadas en Río la noche de este jueves en la playa de Copacabana, donde se lanzarán 34.000 cohetes para festejar la llegada de 2016, año en el que la ciudad organizará los primeros juegos olímpicos celebrados en América del Sur.

Los cohetes serán lanzados desde 11 lanchas a remolque ancladas a lo largo de la playa, durante un espectáculo que también incluirá samba, durará 16 minutos y consumirá 24 toneladas de fuegos artificiales.

El comité organizador de los JO Rio-2016 había anunciado en agosto que cinco anillos gigantes flotantes -de 20 metros de alto por 50 de ancho-, símbolo de los juegos olímpicos, iban a ser instalados en el mar a 350 m de la playa de Copacabana y aparecerían al final del show de fuegos artificiales.

Sin embargo, “la idea fue abandonada para la San Silvestre, pero el proyecto se mantiene” y podría concretarse antes de agosto, mes de inicio de los juegos, declaró el miércoles Ana Cristina Fielder, agregada de prensa de Riotur, organismo de turismo.

Las carencias “de dinero y de organización del comité Rio-2016” estarían en el origen de la decisión, según una fuente que pidió reserva de su nombre.

Unos 2.215 policías fueron movilizados para este fin de año en Copacabana, 28% más que el año pasado, y cerca de 12.000 en todo el estado de Rio de Janeiro.

Las autoridades prevén unos 857.000 visitantes brasileños y extranjeros en Río para la San Silvestre, que harían ingresar a las arcas de la ciudad unos 687 millones de dólares, la cifra más elevada por ese concepto en cinco años, a pesar de la recesión que vive actualmente el país, séptima potencia mundial.

La devaluación del real, de 32,6% en 2015, la más importante en 15 años, han atraído a una importante cantidad de turistas.

La fiesta será ocasión para conmemorar el ritmo de samba, nacido hace cien años en dos grandes escenarios montados en la playa.

Vestidos de blanco, como marca la tradición, cariocas y turistas harán en Copacabana sus ofrendas a Yemanjá, la diosa del mar en el candomblé, un culto afro-brasileño. Habrá quienes se vistan de rojo, para atraer el amor, o en amarillo y dorado, para convocar el dinero.

Saltar siete olas o comer 12 uvas con cada una de las campanadas de medianoche para que los deseos se cumplan, comer lentejas para “tener suerte y prosperidad” y no ingerir pollo “para evitar retroceder” son algunas de las supersticiones locales para este día.

En la madrugada, unos 1.300 basureros tomarán el relevo para limpiar la playa. El año pasado fueron recogidas en Copacabana unas 370 toneladas de basura.

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