Manila, 2 abr (elmundo.cr) – El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ordenó a la policía y al ejército “disparar a matar” a las personas que violen la estricta cuarentena por la pandemia de COVID-19.
Duterte señaló que “no dudo. Mis órdenes son para la policía y el ejército. En caso de problemas o de una situación en que la gente se pelee y sus vidas estén en peligro, dispárenles a matar”.
Esto luego de que la policía interrumpiera en un mitin en la barriada de San Roque, en Manila, donde una veintena de personas se lanzaron a las calles a pedir ayuda humanitaria. La mayoría de ellas fueron detenidas.
El mandatario aseguró que el brote viral “está empeorando”.
Además, indicó que pedirá a la policía que castigue a los que atacan a médicos y trabajadores de la salud con productos químicos tóxicos. “Quienes causen problemas morirán de hambre en las cárceles”, sentenció.
La semana anterior el Congreso le dio “poderes especiales” a Duterte para enfrentar la pandemia, en una ley que incluye la provisión de 200.000 millones de pesos (4.000 millones de dólares) para repartir entre 18 millones de hogares desfavorecidos del país, donde el 16 % de la población vive bajo el umbral de la pobreza.
Esta ayuda está bloqueada porque el gobierno todavía elabora “una base de datos consolidada” de los beneficiarios.