Managua, 13 abr (elmundo.cr) – El régimen de Daniel Ortega en Nicaragua prohibió las procesiones religiosas en las calles durante la Semana Santa, según reveló una fuente religiosa a Infobae.
Aunque no existe una prohibición oficial, la policía ha advertido a los sacerdotes que serán arrestados si realizan procesiones. El régimen anunció un operativo con 14 mil policías y más de dos mil patrullas para las festividades, omitiendo cualquier mención a las tradicionales manifestaciones religiosas.
“Los sacerdotes han recibido visitas, generalmente del jefe de la estación policial de la zona, para advertirles que no pueden salir en procesión y que, si lo hacen, esta vez serán llevados presos”, afirmó la fuente a Infobae. Las iglesias se mantienen vigiladas y agentes policiales graban y toman fotografías dentro de los templos.
Esta no es la primera vez que el régimen de Ortega restringe las actividades religiosas durante la Semana Santa. En 2022, se impidió la realización de más de 3.000 procesiones y al menos 20 personas fueron detenidas.
Un sacerdote, que habló bajo condición de anonimato, indicó que este año la Semana Santa se celebrará “como se ha hecho en los últimos años”, con las procesiones dentro de los templos y siguiendo las indicaciones policiales.
La abogada en el exilio, Martha Patricia Molina, ha documentado 971 ataques contra católicos en Nicaragua desde abril de 2018. Estos incluyen agresiones físicas, expulsiones, detenciones y confiscaciones. El informe de Molina, “Una iglesia perseguida”, registra un aumento significativo en la represión a partir de 2022.
El Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua de la ONU (GHREN) denunció en julio de 2024 que la dictadura mantiene ataques “sistemáticos” contra la Iglesia Católica y ha cometido crímenes de lesa humanidad. Monseñor José Antonio Canales Motiño, obispo de Danlí, Honduras, opina que el régimen teme un levantamiento popular y considera a la Iglesia Católica “su enemigo número uno”.