Roma, 5 jun (elmundo.cr) – Una mejor comprensión del papel de los ecosistemas y la diversidad biológica en la lucha contra las enfermedades y otras amenazas para la vida, la salud y los medios de subsistencia de la población nos permitirá superar los desafíos de la COVID-19 y prevenir la reaparición de estos brotes devastadores en el futuro. Este fue el mensaje principal en la celebración virtual del Día Mundial del Ambiente 2020, organizada hoy por la FAO.
El tema de este año, “Tiempo para la naturaleza”, pone de relieve la tarea pendiente para transformar nuestros sistemas alimentarios y agrícolas a fin de restaurar nuestros ecosistemas y nuestra biodiversidad, fundamentales en los esfuerzos para la recuperación después de la COVID-19.
“Los acontecimientos recientes, desde las plagas de langosta en África oriental hasta el gusano cogollero del maíz -y ahora la pandemia mundial- demuestran la interdependencia de los seres humanos, los animales y el medio ambiente”, aseguró el Director General de la FAO, QU Dongyu, en su discurso inaugural, a la vez que pidió a todos los sectores y a la sociedad en su conjunto que reexaminen nuestra relación con la naturaleza.
Al subrayar que la pérdida de biodiversidad no sólo incrementa la exposición de las personas a las enfermedades emergentes, sino que también plantea graves amenazas para los sistemas alimentarios, la producción agrícola y los medios de subsistencia, el Director General destacó la necesidad de garantizar una gestión sostenible de los recursos naturales y la incorporación de la biodiversidad en todos los sectores agrícolas.
“¡Tengamos presente que cada día es el Día Mundial del Medio Ambiente!”, concluyó.
“Esta pandemia nos ha obligado a hacer frente a una realidad innegable: el abrumador impacto de nuestra profunda huella en el mundo natural ha alterado esencialmente las condiciones en que las enfermedades surgen, evolucionan y se propagan. Ha aumentado el riesgo de su propagación, de la fauna silvestre al ganado y de los animales a las personas”, advirtió por su parte Elizabeth Maruma Mrema, Secretaria Ejecutiva en funciones del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), quien también participó en el evento.
Añadió que la biodiversidad proporciona numerosos beneficios a las personas, entre ellos dietas sanas y sostenibles, aire limpio, agua dulce y medicamentos, recordando que todo cambio en la capacidad de la naturaleza para proporcionar esos beneficios, repercutirá en la seguridad alimentaria, la nutrición, los medios de vida, los ingresos y la salud.
Al intervenir en la ceremonia, la Directora General de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), Monique Eloit, advirtió que los repetidos ataques al medio ambiente tienen repercusiones en la salud animal y, por consiguiente, en la salud humana.
“Sabemos que la degradación de los ecosistemas naturales provocada por el hombre y el incremento de la interacción entre los seres humanos y otros animales aumenta potencialmente las posibilidades de que surjan y se propaguen zoonosis”, dijo Eloit, subrayando la importancia de centrarse en las cuestiones relativas a la interfaz entre los seres humanos, los animales y el medio ambiente.
Los participantes en el evento de hoy destacaron además la necesidad de reforzar la colaboración en el enfoque “Una salud” que reconoce los complejos e indivisibles vínculos entre la salud de las personas, animales, plantas y ecosistemas. Este enfoque ayudará a los países a desarrollar su capacidad para predecir los riesgos zoonóticos y establecer medidas para prevenir y mitigar esa amenaza y sus consecuencias en la salud pública, los sistemas alimentarios y la diversidad biológica.
En este Día Mundial del Medio Ambiente intervinieron igualmente -entre otros-: Ir. Wiratno, Director General de Recursos Naturales y Conservación de Ecosistemas del Ministerio de Medio Ambiente y Bosques de Indonesia, Gloria Isabel Ramírez Ríos, Embajadora y Representante Permanente de Colombia ante la FAO; Jan Tombinski, Embajador y Representante Permanente de la Unión Europea ante la FAO; Robert Nasi, Director General del Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR); Serge Morand, Investigador, Ecólogo y Biólogo Evolutivo, CNRS-CIRAD; Jeff LeJeune, Oficial de Inocuidad y Calidad de los Alimentos en la Secretaría de las Reuniones Conjuntas de Expertos FAO/OMS sobre Evaluación de Riesgos Microbiológicos (JEMRA) y Wantanee Kalpravidh, Oficial Superior de Sanidad Animal, Jefe del Centro Mundial de Emergencia para la lucha contra las Enfermedades Transfronterizas de los Animales (ECTAD).
La labor de la FAO en materia de biodiversidad
En los últimos años, la FAO ha hecho importantes progresos en la integración de la biodiversidad en todas las políticas agrícolas.
El año pasado, presentó su informe principal sobre El estado de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura en el mundo, en el que se destaca la necesidad de proteger los recursos naturales -incluida la biodiversidad-, y la importancia de conservar y utilizar los recursos genéticos para aumentar la productividad.
La Organización de la ONU aprobó además su Estrategia para la integración de la biodiversidad en todos los distintos sectores agrícolas, que pretende reducir los efectos negativos de las prácticas agrícolas en la diversidad biológica, promover que esas prácticas sean sostenibles y conservar, mejorar, preservar y restaurar la biodiversidad en su conjunto.
Igualmente, la FAO ha elaborado una serie de instrumentos y orientaciones relacionados con la diversidad biológica en diversos campos, entre ellos un Código internacional de conducta para el uso y manejo de fertilizantes y Los diez elementos de la agroecología.