San José, 23 jun (VOA) – El presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Ricardo Pérez Manrique, comparece este viernes ante el pleno de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) para presentar el informe del trabajo realizado, pero también para reforzar el mensaje ante los cancilleres de no quitar la mirada de un tema clave para la democracia como es la protección de todas las garantías fundamentales.
Para el presidente del organismo regional, cuyas sentencias por casos demandados son de carácter vinculante y de obligatorio cumplimiento para los países, ante las demandas sobre violaciones a derechos humanos en los países miembros y firmantes de la Carta Interamericana de DDHH dice en entrevista con la Voz de America que la libertad de expresión es clave para medir la calidad de las democracias en la región.
La Corte -explica Pérez Manrique- valora las libertades fundamentales de los individuos y cómo en un Estado democrático de derecho “se debe vivir con libertades, y donde la separación de poderes sea un punto central”, así como la libertad de expresión.
“En los periodistas lamentablemente se focaliza la represión de regímenes autoritarios, así como en los defensores de derechos humanos; los periodistas han estado en la primera línea en cuanto a la denuncia y a ser objeto de ataques, la protección de los periodistas es un tema estratégico y es central a la propia vigencia del Estado democrático de derecho, porque si no hay libertad de expresión, no hay democracia”, dice el presidente de la Corte IDH.
Nicaragua y las preocupaciones “tiempo político”
Mientras los cancilleres y jefes de delegación de los 33 países en activo de la OEA discuten en el pleno del organismo regional una resolución que sentaría una postura sobre la crisis sociopolítica en Nicaragua, país que se ha autoexcluido del organismo regional, el juez presidente Pérez Manrique explica que los desacatos del país centroamericano a los fallos sobre los presos políticos, y las violaciones flagrantes a derechos humanos siguen en curso.
La Corte IDH dijo que transfirió el proceso a la instancia de poder político de la OEA para que siente una postura conjunta, y que los jueces han contribuido desde finales de 2022 para explicar al organismo regional “aspectos técnicos” para entender los alcances del mandato de la Carta Interamericana de Derechos Humanos.
Con ello dice que la Corte IDH atraviesa un período también de preocupaciones por “el tiempo político que se está viviendo en la región”, y que de éstos, la atención especial está puesta en Nicaragua con todos los procesos que llevaron al desacato del gobierno de Daniel Ortega.
La Corte -dice- ya transmitió de manera directa “sus preocupaciones” al Consejo Permanente de la OEA, para los pasos por venir.
“Creemos que en esta Asamblea General puede llegar a haber una resolución sobre Nicaragua de todos los cancilleres de la región”, dijo el Pérez Manrique.
Desafíos para proteger DDHH
Pérez Manrique dice que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Costa Rica, que ventila las querellas luego de ser admitidas y procesadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y cuando los países no responden a las medidas de la instancia paralela en Washington, elevan los casos ante la Corte IDH.
El juez comenta a VOA que el trabajo fundamental de la Corte es “contribuir a la paz de la región” a través de la protección de los derechos fundamentales de los más de 600 millones de latinoamericanos que en diferentes circunstancias enfrentan retos significativos donde los Estados deben cumplir un rol protagónico de protección de derechos fundamentales.
Las temáticas mismas que ventila la Corte como los derechos sexuales y reproductivos para las mujeres por el “Caso Beatriz” contra el Estado de El Salvador, en espera de sentencia, despiertan encontrados puntos de vista en el organismo regional. En la sesión inaugural del miércoles, las organizaciones de la sociedad civil mostraron puntos opuestos sobre este tema que de mayor a menor escala enfrenta perspectivas distintas en Latinoamérica.
El Juez Pérez Manrique dice que la mayoría de temas que llegan al pleno generan “debates muy interesantes” entre los magistrados del organismo regional donde predominan “distintos enfoques” que se exteriorizan al final para llegar a un punto común con sus acciones.
“Uno es guardián de las garantías de las personas”, agrega Pérez Manrique, con larga trayectoria como jurista y constitucionalista en su natal Uruguay, más sus aportes a la academia y otros organismos multilaterales.
“El legado que me gustaría dejar en mi mandato es el de un juez que se preocupó por estos temas y utilizó sus energías para difundir la tarea de protección de derechos humanos a lo largo y ancho del continente”, dijo.