Wolfsburgo (Alemania), 2 dic (dpa) – El conflicto salarial en Volkswagen siguió agravándose hoy con la celebración de huelgas en nueve de sus diez plantas en Alemania, en protesta contra los recortes salariales propuestos y los posibles despidos y cierres de plantas.
En ellas, decenas de miles de empleados pararon temporalmente su trabajo, paralizando la producción durante dos horas por turno. El sindicato IG Metall contabilizó unos 66.000 participantes en la huelga, 35.000 de ellos solo en la sede central de Volkswagen, en Wolfsburgo.
Miles de huelguistas marcharon por la planta principal en una ruidosa manifestación y se reunieron en un mítin frente al edificio de la dirección de la empresa. “¡Listos para la huelga! ¡En todo el país!”, corearon. “¡Ya estamos hartos!”, gritaron por su parte los trabajadores de la fábrica Volkswagen de Zwickau ante la puerta de la planta, donde se fabrican autos eléctricos.
En Braunschweig, más de mil empleados de la planta local marcharon por la ciudad. Los trabajadores de la fábrica de Volkswagen de Hannover exigieron: “¡Fuera la dirección!”. En Kassel-Baunatal, los empleados de la planta de componentes hicieron oír su descontento con silbatos, tambores y bocinazos.
Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles de Europa, ha amenazado con el cierre de plantas y despidos masivos como parte de un importante programa de reducción de costes para impulsar los bajos resultados financieros.
El negociador jefe del IG Metall, Thorsten Gröger, advirtió que el sindicato aumentaría la presión en el conflicto. “Esto es solo una advertencia”, dijo Gröger en Wolfsburgo. “Quien ignore a los trabajadores está jugando con fuego, ¡y nosotros sabemos cómo convertir las chispas en llamas!”, declaró el dirigente sindical.
Una tregua laboral obligatoria en Volkswagen, que prohibía las huelgas, expiró el fin de semana, allanando el camino para la acción sindical.
“Volkswagen no estaba dispuesta a encontrar una solución viable al conflicto salarial en la mesa de negociaciones”, dijo Dirk Schulze, director de distrito del IG Metall responsable de Berlín, Brandeburgo y Sajonia. “Por lo tanto, las huelgas deben aumentar la presión sobre la dirección”.
La empresa está proponiendo que los empleados acepten un recorte salarial del 10 %, mientras que los cierres de plantas y los despidos siguen sobre la mesa. IG Metall exige que se mantengan todas las sedes de la empresa y que se garantice la seguridad laboral de su plantilla de unos 120.000 trabajadores. El sindicato rechaza firmemente los recortes salariales.
Volkswagen por su parte declaró que respeta el derecho de los trabajadores a convocar a huelgas y que seguía trabajando para llegar a una solución amistosa del conflicto. Sin embargo, la empresa se mostró dura sobre los temas en discusión: el viernes rechazó por insuficiente una contrapropuesta del IG Metall y el comité de empresa para ahorrar sin despidos ni cierres de plantas.
Ambas partes se reunirán el 9 de diciembre para la próxima ronda de negociaciones salariales.
La automotriz alemana justifica los recortes por los elevados costes y la baja utilización de la capacidad. En vista de la débil demanda de coches nuevos, Volkswagen busca intensificar sus esfuerzos de reducción de costes. Según el jefe de la marca, Thomas Schäfer, los cierres de fábricas serán probablemente inevitables. Volkswagen nunca ha cerrado una planta en Alemania, y hace décadas que no cierra una planta de producción en ningún lugar del mundo.
En los nueve primeros meses del año, los beneficios del grupo Volkswagen cayeron en picado. Sin embargo, está lejos de estar en números rojos: de enero a septiembre, Volkswagen registró un superávit después de impuestos de 1.580 millones de euros (1.670 millones de dólares).