Lima, 21 oct (VOA) – La justicia peruana condenó el lunes al expresidente Alejandro Toledo a 20 años y seis meses de cárcel por aceptar sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de adjudicarle una millonaria obra de infraestructura.
El tribunal a cargo del proceso lo sentenció, además, con tres años de inhabilitación para ejercer cargo público, tal como lo había solicitado la fiscalía.
Toledo es el segundo exmandatario peruano condenado por corrupción, luego de que el recientemente fallecido Alberto Fujimori (1990-2000) recibió en 2009 tres sentencias por ese delito, aparte de otra como autor mediato de 25 asesinatos.
Pero Toledo es el primer expresidente condenado en el conocido como caso Odebrecht, en el que están siendo investigados otros tres exmandatarios peruanos: Ollanta Humala, Martín Vizcarra y Pedro Pablo Kuczynski. El expresidente Alan García se suicidó en medio de las investigaciones por el mismo caso, que también salpica a la excandidata Keiko Fujimori.
“Esta es una sentencia histórica”, dijo a los periodistas el fiscal Domingo Pérez tras conocerse el fallo contra Toledo, que consideró como un “mensaje de que no puede haber impunidad en nuestro país, que los crímenes y la corrupción se castigan”.
Por su parte, el abogado del exmandatario, Roberto Su, aseguró que apelarán a la sentencia y pedirá arresto domiciliario. Además, dijo que Toledo “estaba preparado para decisiones como esta. Es un hombre fuerte”.
Toledo, que gobernó entre el 2001 y 2006, recibió según la fiscalía, hasta 35 millones de dólares en sobornos de Odebrecht, ahora conocida como Novonor, para permitir que la empresa ganara una licitación pública para construir 650 kilómetros de una carretera que actualmente une la costa sur de Perú con una zona amazónica de Brasil.
Esa parte de la carretera costaba al inicio 507 millones de dólares, pero Perú terminó pagando 1.255 millones de dólares.
Toledo, de 78 años, negó en el juicio que duró un año los cargos de lavado de activos y colusión y en su intervención la semana pasada pidió al tribunal que, en caso de una condena, lo dejen cumplirla en su domicilio para recuperarse de un cáncer.
“Les pido por favor, déjenme curar o morir en mi casa”, dijo tras clamar dramáticamente su inocencia ante los jueces. Los fiscales habían pedido 20 años y seis meses de prisión.
La condena fue anunciada en una sala acondicionada en un pequeño penal de Lima, construida para albergar a exmandatarios del país andino, donde Toledo está recluido de forma preventiva desde abril del 2023 cuando fue extraditado de Estados Unidos.
Toledo, economista becado en la Universidad de San Francisco y que tuvo una maestría de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, firmó a finales de su mandato el 2006 el contrato con Odebrecht para la construcción de la carretera, obra que se concretó en los gobiernos de García y Humala.
Odebrecht, en su momento una de las mayores constructoras de la región, reconoció en 2016 que pagó sobornos para ganar obras pública en Brasil y en sus filiales de América Latina.
El exmandatario, de origen andino y que de niño fue lustrabotas, fue detenido en Estados Unidos en el 2019 tras una solicitud de Perú para su extradición. Un año antes había salido del país y la justicia lo declaró prófugo.
En el juicio los fiscales contaron con los testimonios clave, entre otros, el del exejecutivo de Odebrecht Jorge Barata y del excolaborador del exmandatario Josef Maiman. Ambos testificaron ante los jueces que Toledo recibió sobornos.