A veces, una solución sencilla puede marcar una gran diferencia. Y a veces esa solución llega de una forma inesperada.
Maimuna Mashalele se vio obligada a huir de su hogar en Gambaru Ngala y perdió todas sus pertenencias en un ataque de insurgentes contra su comunidad en 2014. Instalada en Zabarmari como desplazada interna, tenía dificultades para alimentar a sus ocho hijos.
En 2021, Maimuna conoció a Tom Brown. Este nombre, que no hace referencia a una persona, sino a una gacha, es más concretamente un tradicional complemento alimenticio nigeriano producido a partir de una mezcla de ingredientes nutritivos locales. Conocido también localmente como Garin Kunu, se cree que este producto debe la designación Tom Brown al hecho de que tiende a volverse marrón (“turn brown”) durante su preparación.
Maimuna es una de las 20 mujeres que recibieron capacitación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en la elaboración y promoción de Tom Brown. Esta capacitación abarcó la instrucción en la técnica de elaboración de pescado FAO-Thiaroye, un método diseñado por la FAO para mejorar el ahumado de pescado y hacerlo menos perjudicial para la salud de las personas.
La decisión de incluir pescado en la receta aporta los beneficios añadidos de la proteína de origen animal, los ácidos grasos omega‑3 y los micronutrientes esenciales que se sabe que son fundamentales para el crecimiento, el desarrollo y la capacidad cognitiva de los lactantes y niños pequeños.
Más allá de sus ventajas nutricionales, la adición de pescado agrega una nueva capa de sabor y complejidad de texturas a la receta de Tom Brown y permite a Maimuna y otras personas aprovechar las variedades de peces de agua dulce locales como el bagre y la tilapia.
Una vez ahumado, el pescado se mezcla con otros ingredientes de origen local como mijo, soja y cacahuetes. A continuación, estos elementos se tuestan para producir un polvo de elevado contenido nutricional que es especialmente beneficioso para niños nutricionalmente vulnerables de entre seis y 59 meses, así como para mujeres embarazadas y lactantes.
Además, la FAO construyó 13 centros de transformación de pescado en distintas localidades de Borno, Adamawa y Yobe, y capacitó a 350 mujeres que ahora se encargan de su gestión.
“Garin kunu ofrece numerosos beneficios a mi familia”, cuenta Maimuna. “No solo lo destinamos a nuestro consumo, sino que también lo vendemos a compradores interesados, y el mercado es grande”.
Según el análisis del Marco armonizado correspondiente a noviembre de 2023, se estima que más de 26,5 millones de personas padecerán niveles elevados de inseguridad alimentaria aguda en Nigeria durante el período de escasez de junio a agosto de 2024, mientras que un mínimo de 1,7 millones de niños y mujeres embarazadas y lactantes sufren ya de malnutrición aguda.
Maimuna explica que tiene mucha demanda de Tom Brown en el mercado local, ya que es un producto especialmente adecuado para prevenir la malnutrición aguda en niños, un problema frecuente en estados del noreste de Nigeria como Borno, donde la violencia y el bandidaje persistentes limitan el acceso a los alimentos.
Mairo Garba, otra madre desplazada internamente que, como Maimuna, trabaja en el centro de transformación en Gongulong, refiere que todas las mujeres trabajan juntas para fabricar el producto.
“Hay ocasiones en una semana en que podemos producir hasta 500 kilogramos [de Tom Brown], dependiendo de la demanda que tengamos. Pero es un esfuerzo colectivo en el que todas las mujeres de los centros participan”, indica Garba.
Antes de la puesta en marcha del proyecto, la mayoría de las desplazadas internas carecía de una fuente fiable de ingresos o de acceso a alimentos nutritivos.
“Se ha conseguido avanzar mucho, y ha habido un gran cambio con el establecimiento de este centro en nuestra comunidad”, señala otra mujer que trabaja en el centro de transformación de pescado de Zabarmari.
Además de adquirir nuevas habilidades, “hemos podido pagar las tasas escolares de nuestros hijos gracias a los ingresos que generamos con la producción de estas mezclas de pescado transformado y Tom Brown, alimentamos a nuestros hijos e incluso compartimos los ingresos extra con otras personas que están desamparadas y necesitadas”, añade Garba.
Distribución de Tom Brown
Con una financiación de dos millones de USD procedente del Fondo Central de las Naciones Unidas para la Acción en Casos de Emergencia (CERF), la producción de Tom Brown forma parte de un proyecto cuyo objetivo es combatir la malnutrición aguda y ayudar a las comunidades a producir alimentos ricos en nutrientes.
El otro elemento del proyecto se centra en la distribución de esta gacha procesada Tom Brown a los niños y a las mujeres embarazadas y lactantes. El resultado hasta ahora ha sido la dispensación de Tom Brown a 17 000 niños, así como a mujeres embarazadas y lactantes, en los estados de Borno y Yobe.
La iniciativa se ha centrado, asimismo, en impartir capacitación sobre nutrición particularmente a mujeres, ya que desempeñan una función central en la salud y el bienestar de sus familias, especialmente en las primeras etapas de la vida de un niño. Educar y proporcionar recursos a las mujeres en materia de nutrición, comprendida la preparación de comidas nutritivas como Tom Brown, las empodera para adoptar decisiones informadas sobre la salud de sus familias. Este empoderamiento puede tener un efecto en cadena positivo en la comunidad.
Aparte de la dimensión nutricional, la iniciativa también ha contribuido a impulsar la producción local de alimentos en las regiones afectadas por la crisis, abriendo así la puerta a redes de distribución sostenibles e infraestructuras mejoradas para estas comunidades.
La historia y las fotos relacionadas se pueden encontrar en: https://www.fao.org/fao-