Pekín, 6 mar (dpa) – China quiere aumentar el gasto público para evitar un duro frenazo de la economía, según explicó hoy el ministro de Finanzas Lou Jiwei en conferencia de prensa con motivo de la sesión anual del Congreso Nacional del Pueblo en Pekín.
El gobierno, dijo, persigue “una política presupuestaria proactiva y adecuada” para hacer frente a la presión a la baja sobre la segunda mayor economía del mundo. “Tenemos que evitar una caída en picado de nuestra economía”, dijo.
Según el borrador presupuestario presentado el jueves, el déficit subiría del 2,1 al 2,3 por ciento del producto interior bruto (PIB). Sin embargo, el ministro de Finanzas habló hoy incluso de un 2,7 por ciento. Esa diferencia se debería al nuevo método de cálculo incluido en la ley de presupuesto, que entró en vigor el pasado enero.
La nueva legislación permitirá recuperar y gastar este año las partidas del gobierno central que no fueron utilizadas en 2014 por los municipios. Además, el gobierno asumirá nuevas deudas para zanjar pagos pendientes.
Hay que ir desmontando el endeudamiento paulatinamente, apuntó el ministro, quien aseguró que el fuerte endeudamiento de los municipios está controlado. Lou cifró el endeudamiento municipal total en 600.000 millones de yuanes (al cambio unos 86.000 millones de euros). Pero analistas extranjeros advierten que no todos las deudas figuran en los balances, y que el endeudamiento podría ser mayor.
Según el ministro, algunos municipios podrían haber exagerado sus deudas para lograr más apoyo del gobierno central. “De forma general se puede controlar el endeudamiento local, pero en algunos sitios es comparativamente alto”, indicó.
“Trabajamos para evitar riesgos sistémicos”, señalo Lou Jiwei, quien habló de soluciones temporales para que los municipios vuelvan a tener liquidez y aseguró que se abrirán más canales de financiación privada.
El ministro anunció además que los países de fuera de Asia también podrán participar en el nuevo Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIIB, por sus siglas en inglés), con sede en China.
Según Lou, hasta ahora 27 países confirmaron su participación en dicha entidad, que es vista como rival del Banco de Desarrollo Asiático, dominado por Japón. El ministro chino afirmó hoy que también Japón está “considerando” unirse al AIIB y que algunos grandes países europeos “expresaron interés” en el proyecto.
El AIIB tendrá un capital fundacional de unos 100.000 millones de dólares, en el que China participaría con unos 50.000 millones. Se encargará de dar créditos para proyectos de infraestructura, como la construcción de ferrocarriles, carreteras o proyectos energéticos.
El Congreso Nacional del Pueblo se celebra hasta el 15 de marzo, junto con un encuentro de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, el mayor órgano asesor político del país.
Estas reuniones son seguidas de cerca por los mercados internacionales, a la espera de señales sobre el rumbo que tomará la economía del gigante asiático.
Unos 2.000 asesores políticos se reunieron hoy para discutir la ralentización del crecimiento económico chino. “Necesitamos explorar el potencial de diferentes tipos de capital y promover el desarrollo de una economía de propiedad mixta”, dijo el delegado Chang Zenming, citado por la televisión oficial CCTV.
La economía china creció un 7,4 por ciento el año pasado, el menor dato de los últimos 24 años. Para este año se pronosticó un crecimiento del 7 por ciento.