Candidatos luchan por atraer voto latino, clave en elecciones de 2016

Clinton

REPORTAJE 

Por Beatriz Juez (dpa) 

Washington, 10 nov (dpa) – Un año antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, los precandidatos luchan en las redes sociales y en actos de campaña en todo el país por atraer el voto latino, que será clave en los comicios de noviembre de 2016.

“Estamos usando todas las plataformas de los medios sociales para atraer a la comunidad hispana”, explica a dpa Jorge Silva, director de medios hispanos de la campaña de la demócrata Hillary Clinton.

Aunque 28,4 millones de hispanos tendrán derecho a voto en las próximas elecciones, la encuestadora Latino Decisions calcula que unos 13 millones de latinos acudirán a las urnas.

Los candidatos más activos a la hora de cortejar el voto latino son los demócratas, conscientes de que el voto latino puede tener la llave de la Casa Blanca.

Para ganar las elecciones el candidato republicano necesitaría lograr como mínimo el 40 por ciento del voto latino, según Latino Decisions. El republicano George W. Bush logró el 40 por ciento del voto latino en 2004 y el demócrata Barack Obama el 71 por ciento.

Los republicanos se han visto obligados a girar a la derecha en la campaña para las primarias para atraer al voto más conservador y lograr la nominación republicana.

Según los expertos, esto podría pasarles factura después en las urnas, como le ocurrió al candidato republicano Mitt Romney en 2012. Durante la campaña electoral, Romney invitó a los indocumentados a “autodeportarse”. Sólo logró el 27 por ciento del voto latino.

Las declaraciones xenóbobas del multimillonario Donald Trump contra los inmigrantes mexicanos han alejado aún más a la comunidad latina del partido republicano. Esto lo están aprovechando las campañas demócratas para denunciar el “racismo” del partido republicano y movilizar a los votantes latinos.

Muchos precandidatos de ambos partidos tienen contenido, aunque sea mínimo, en español en sus páginas webs. La campaña del ex gobernador de Florida, Jeb Bush, incluso le ha puesto los dos signos de exclamación a sus carteles en español: ¡Jeb!

En las redes sociales, las campañas de Clinton y del ex gobernador de Maryland, el demócrata Martin O’Malley, utilizan los dos idiomas para acercarse a la comunidad hispana.

“Una parte muy importante de nuestra campaña es comunicarnos en español con la comunidad”, asegura el responsable de medios hispanos de Clinton. “Sabemos que muchos miembros de la comunidad hablan inglés, pero sienten confianza y familiaridad cuando les hablamos directamente español”, añade Silva, que explica que incluso recurren al “espanglish”, una mezcla de inglés y español, en sus tuits y blogs, porque muchos de los votantes hispanos hablan así.

Otra estrategia que utilizan es que cada vez que hacen una propuesta política, por ejemplo, subir el salario mínimo, destacan en sus mensajes en español como beneficiaría a la comunidad hispana. “Encontramos el acento hispano de la propuesta”, explica Silva.

Además del grupo “Latinos por Hillary”, la campaña ha lanzado en Nevada “Latinas por latinas” en las que voluntarias latinas llaman por teléfono a otras latinas para convencerlas de que se registren y animen a sus familiares y amigos a votar a la candidata demócrata.

“Hace cuatro años el tema migratorio no se podía hablar en inglés, esa era la regla de las campañas. Ahorita estamos hablando de todos los temas en todos los idiomas”, explica Gabriela Domenzain, directora de asuntos políticos de la campaña de O’Malley, quien asegura que el mensaje de O’Malley es el mismo en CNN que en Univisión, la principal cadena hispana del país.

La campaña de O’Malley destaca que es “el gobernador más pro inmigrante de la nación”, según Domenzain. O’Malley dio licencias para manejar a los indocumentados, acogió con los brazos abiertos el año pasado a los niños centroamericanos no acompañados y aprobó en referéndum el llamado “Dream Act”, la ley que permite a los estudiantes indocumentados pagar la misma matrícula universitaria que los residentes legales del estado y acceder a becas estatales.

Otros, como los republicanos Marco Rubio y Bush, pueden echar mano del hecho de que son bilingües para atraer a los votantes hispanos, a los que pueden hablar directamente en español.

Cristobal Alex, presidente del Latino Victory Fund, lamentó que Rubio, que había formado parte de la llamada “Banda de los Ocho” que redactó la reforma migratoria aprobada en junio de 2013 en el Senado, haya “abandonado a su comunidad para lograr sus propias ambiciones” políticas de llegar a la Casa Blanca.

“No basta con ser latino para conseguir el apoyo de la comunidad”, advierte Alex.

“Estamos usando todas las plataformas de los medios sociales para atraer a la comunidad hispana”, explica a dpa Jorge Silva, director de medios hispanos de la campaña de la demócrata Hillary Clinton.

Aunque 28,4 millones de hispanos tendrán derecho a voto en las próximas elecciones, la encuestadora Latino Decisions calcula que unos 13 millones de latinos acudirán a las urnas.

Los candidatos más activos a la hora de cortejar el voto latino son los demócratas, conscientes de que el voto latino puede tener la llave de la Casa Blanca.

Para ganar las elecciones el candidato republicano necesitaría lograr como mínimo el 40 por ciento del voto latino, según Latino Decisions. El republicano George W. Bush logró el 40 por ciento del voto latino en 2004 y el demócrata Barack Obama el 71 por ciento.

Los republicanos se han visto obligados a girar a la derecha en la campaña para las primarias para atraer al voto más conservador y lograr la nominación republicana.

Según los expertos, esto podría pasarles factura después en las urnas, como le ocurrió al candidato republicano Mitt Romney en 2012. Durante la campaña electoral, Romney invitó a los indocumentados a “autodeportarse”. Sólo logró el 27 por ciento del voto latino.

Las declaraciones xenóbobas del multimillonario Donald Trump contra los inmigrantes mexicanos han alejado aún más a la comunidad latina del partido republicano. Esto lo están aprovechando las campañas demócratas para denunciar el “racismo” del partido republicano y movilizar a los votantes latinos.

Muchos precandidatos de ambos partidos tienen contenido, aunque sea mínimo, en español en sus páginas webs. La campaña del ex gobernador de Florida, Jeb Bush, incluso le ha puesto los dos signos de exclamación a sus carteles en español: ¡Jeb!

En las redes sociales, las campañas de Clinton y del ex gobernador de Maryland, el demócrata Martin O’Malley, utilizan los dos idiomas para acercarse a la comunidad hispana.

“Una parte muy importante de nuestra campaña es comunicarnos en español con la comunidad”, asegura el responsable de medios hispanos de Clinton. “Sabemos que muchos miembros de la comunidad hablan inglés, pero sienten confianza y familiaridad cuando les hablamos directamente español”, añade Silva, que explica que incluso recurren al “espanglish”, una mezcla de inglés y español, en sus tuits y blogs, porque muchos de los votantes hispanos hablan así.

Otra estrategia que utilizan es que cada vez que hacen una propuesta política, por ejemplo, subir el salario mínimo, destacan en sus mensajes en español como beneficiaría a la comunidad hispana. “Encontramos el acento hispano de la propuesta”, explica Silva.

Además del grupo “Latinos por Hillary”, la campaña ha lanzado en Nevada “Latinas por latinas” en las que voluntarias latinas llaman por teléfono a otras latinas para convencerlas de que se registren y animen a sus familiares y amigos a votar a la candidata demócrata.

“Hace cuatro años el tema migratorio no se podía hablar en inglés, esa era la regla de las campañas. Ahorita estamos hablando de todos los temas en todos los idiomas”, explica Gabriela Domenzain, directora de asuntos políticos de la campaña de O’Malley, quien asegura que el mensaje de O’Malley es el mismo en CNN que en Univisión, la principal cadena hispana del país.

La campaña de O’Malley destaca que es “el gobernador más pro inmigrante de la nación”, según Domenzain. O’Malley dio licencias para manejar a los indocumentados, acogió con los brazos abiertos el año pasado a los niños centroamericanos no acompañados y aprobó en referéndum el llamado “Dream Act”, la ley que permite a los estudiantes indocumentados pagar la misma matrícula universitaria que los residentes legales del estado y acceder a becas estatales.

Otros, como los republicanos Marco Rubio y Bush, pueden echar mano del hecho de que son bilingües para atraer a los votantes hispanos, a los que pueden hablar directamente en español.

Cristobal Alex, presidente del Latino Victory Fund, lamentó que Rubio, que había formado parte de la llamada “Banda de los Ocho” que redactó la reforma migratoria aprobada en junio de 2013 en el Senado, haya “abandonado a su comunidad para lograr sus propias ambiciones” políticas de llegar a la Casa Blanca.

“No basta con ser latino para conseguir el apoyo de la comunidad”, advierte Alex.

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