Wunsiedel (Alemania), 28 oct (dpa) – El lirón careto es una especie solitaria cada vez más rara en Alemania, por lo que en algunos lugares intentan facilitarle la vida colocando cajas nido en los bosques.
En los bosques de Franconia y Fichtelgebirge, en el noreste de Baviera, conservacionistas y empleados de la administración forestal han colocado unas 200 cajas nido para lirones caretos, según informa la Oficina de Alimentación, Agricultura y Bosques de Coburg-Kulmbach (AELF).
El pequeño lirón nocturno, que vive principalmente en los bosques, se caracteriza por su cola tupida, su pelaje marrón-gris-negro y los bordes negros alrededor de los ojos, que algunos llaman la “máscara del Zorro”.
Según la AELF, el bosque de Franconia y las montañas Fichtelgebirge son las únicas regiones de Baviera donde aún vive un gran número de lirones caretos.
“El lirón careto solía encontrarse en toda la región oriental de Baviera”, explica Uwe Friedel, del Departamento de Conservación de Especies y Biotopos de la Asociación Bávara para la Conservación de la Naturaleza.
Las mayores poblaciones de Alemania se encuentran actualmente en Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado. En los alrededores de ciudades como Colonia, Bonn, Maguncia y Wiesbaden, el lirón careto puede encontrarse a veces en los jardines. Sin embargo, no es posible cuantificar las poblaciones de lirones caretos: “La especie lleva una vida reservada y reclusiva”, dice Friedel.
Según los expertos, el lirón careto hiberna durante un largo periodo, aproximadamente de octubre a abril. Las razones por las que cada vez hay menos lirones caretos en Alemania y Europa son múltiples, explica Friedel.
“Una razón importante es la mortalidad de los insectos. A diferencia del lirón gris, el lirón careto acumula su grasa invernal principalmente con la ingesta de insectos”. El lirón gris, pariente cercano del lirón careto, se alimenta más de bellotas y hayucos.
Otra razón del declive es el uso de tóxicos ambientales como insecticidas y rodenticidas, es decir, productos químicos utilizados para controlar a los roedores.
A esto se suma el cambio climático, dice Friedel: “Cada vez hay menos pequeñas masas de agua y charcos de los que puedan beber los lirones”. El aumento de las temperaturas también está provocando que los animales se despierten antes de tiempo de la hibernación y consuman así más energía de la que habían acumulado anteriormente.