Mariana, 11 nov (AFP) – El temor a la ruptura de un tercer dique de contención de la minera Samarco tras un enorme deslave que enterró a un pueblo obligó a evacuar a más familias de la zona, informó el miércoles el gobierno del estado brasileño de Minas Gerais.
“Hay una relocalización de las familias para darles más seguridad” mientras Samarco realiza reparaciones en el dique del embalse de Germano, cerca de la ciudad de Mariana (sureste de Brasil), dijo a la AFP un portavoz del gobierno estatal.
Otros dos diques de contención de Samarco estallaron el jueves y desataron un tsunami de lodo y desechos minerales sobre el pueblo de Bento Rodrigues, con un saldo de ocho muertos y una veintena de desaparecidos, según el último balance oficial de los bomberos.
El presidente de Samarco, Ricardo Vescovi, dijo que hay bomberos reparando una de las paredes del dique de Germano.
“Las estructuras están siendo estables, pero es preciso reforzar la seguridad de una de las paredes (del dique). Eso está siendo realizado con apoyo de los bomberos para garantizar la seguridad de las personas”, dijo Vescovi, citado por el diario local Estado de Minas.
“Estamos monitoreando, instalamos radares. Identificamos la necesidad de reparaciones”, añadió Vescovi en una conferencia de prensa junto a los presidentes de la anglo-australiana BHP Billiton y la brasileña Vale, las dos gigantes dueñas a partes iguales de Samarco, que inspeccionaron esta mañana la devastación causada por el deslave.
El desastre, considerado una de las mayores tragedias mineras en la historia de Brasil, enterró en pocos minutos al poblado de Bento Rodrigues.
La masa fangosa con residuos de mineral de hierro continuó su camino 450 km hasta el estado de Espirito Santo y avanza hacia el mar a través de la cuenca del río Doce, que tiene 23 ciudades en sus márgenes, inundando comunidades a su paso, destruyendo cultivos y matando peces, tortugas y otros animales.
El abastecimiento de agua en muchos municipios de Minas Gerais y Espirito Santo ha sido suspendido y los expertos consideran que los daños ambientales de la tragedia son enormes.