Brasilia, 16 ene (elmundo.cr) – El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro cumplió una de sus promesas estrellas de campaña al facilitar la tenencia de armas.
Bolsonaro señaló que “el ciudadano de bien podrá tener paz en su casa”, remarcando que no estaba haciendo nada más y nada menos que “restaurar” un derecho de la población.
En Brasil en 2005 mediante un referéndum se decidió no prohibir la comercialización de armas, pero el entonces gobierno del presidente Lula da Silva anuló dicha decisión a través de decretos y medidas no legales.
“El pueblo decidió comprar armas y municiones y nosotros no se lo podemos negar”, aseguró Bolsonaro, eufórico en el Palacio del Planalto.
El decreto firmado por Bolsonaro trata únicamente de la tenencia, es decir, del derecho a mantener un arma de fuego en casa o en el lugar de trabajo.
Para facilitar el porte de armas o sea poder salir con ella a la calle, algo que Bolsonaro también pretende aprobar, se necesita el aval del Congreso Nacional.
El decreto de Bolsonaro también obliga a tener una caja fuerte para las armas en las casas donde vivan “niños, adolescentes o personas con deficiencia mental”, aunque bastará una declaración diciendo que se cuenta con ese compartimento seguro.
Según una encuesta del instituto Datafolha de finales de diciembre, el 61% de los entrevistados se mostraron a favor de prohibir la tenencia de armas por considerar que supone un riesgo para la vida de otras personas.
Por su parte la mayoría de expertos en seguridad pública también son contrarios, porque creen que con más armas en circulación, inevitablemente aumentará el alarmante número de 43.000 muertos por armas de fuego que Brasil sufre cada año.
La ONG Sou da Paz fue la primera en lanzar en las redes sociales una campaña contra la decisión de Bolsonaro y entidades relacionadas con la lucha contra la violencia de género temen que este tipo de medidas multipliquen el número de asesinatos de mujeres a manos de sus parejas dentro de casa.
Mientras que excandidato presidencial Fernando Haddad, derrotado por Bolsonaro en las urnas, también se pronunció en contra mediante un comentario en Twitter: “La liberación de armas nos remite a la premodernidad y nos conducirá a la privatización de ese servicio público”.