Washington, 19 mar (elmundo.cr) – Según el medio El Mundo de España, el Gobierno de Joe Biden planea enviar 2,5 millones de vacunas de AstraZeneca a México a cambio de que ese país endurezca el control de la inmigración ilegal en su frontera con Guatemala.
Esa parece ser la respuesta de Washington ante la oleada de inmigrantes indocumentados en su frontera sur, donde en la última semana han sido detenidas o expulsadas 100.441 personas, la mayor cifra en más de un año.
El aumento del número de inmigrantes parece deberse a la proliferación de noticias falsas en América Central sobre el presunto levantamiento de las restricciones a la inmigración impuestas por el Gobierno de Washington, que amenaza con crear la mayor crisis migratoria en EEUU en 20 años, según declaró el martes el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas. En realidad, el equipo de Joe Biden no ha alterado la política inmigratoria de Donald Trump, más allá de la suspensión de la construcción del controvertido muro que el anterior presidente convirtió en una de las señas de identidad de su política.
El anuncio de esta política de vacunas a cambio de control de la inmigración es, también, continuación de la de Donald Trump; la única diferencia es que el anterior presidente utilizaba más las amenazas que los incentivos, mientras que con Trump, la ecuación que Washington propuso a México fue aranceles si no hay control de la inmigración. Ante la amenaza de que EEUU creara barreras arancelarias a las exportaciones mexicanas, el Gobierno de izquierda populista de Andrés Manuel López Obrador decidió enviar la Guardia Nacional mexicana a la frontera sur, con Guatemala, para contener allí los flujos inmigratorios que parten del llamado Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) cruzan México y llegan a Estados Unidos.
El resultado de esa política fue que México se convirtió en el país que realizaba el control de la inmigración a Estados Unidos. La decisión fue complicada para López Obrador, que, como parte de su política de cambiar el Estado mexicano de arriba a abajo había creado la Guardia Nacional para sustituir a la Policía Federal, lo que había generado todo tipo de complicaciones logísticas y administrativas.
El Gobierno de Biden también planea enviar a Canadá unidades de la vacuna de AstraZeneca, a petición del primer ministro de ese país, Justin Trudeau. La administración de las vacunas en el vecino del norte de Estados Unidos está siendo muy lenta, más o menos al nivel que en Europa, por lo que Washington puede jugar también la baza de la diplomacia de las vacunas. Curiosamente, la vacuna de AstraZeneca está autorizada en México y Canadá, pero no en Estados Unidos, donde los reguladores sí han permitido el uso de las de Pfizer y BioNTech, Moderna, y Johnson and Johnson. AstraZeneca está todavía llevando a cabo pruebas clínicas en EEUU, donde se espera que las autoridades tomen una decisión sobre ella en abril, más o menos al mismo tiempo que decidirán si la vacuna de la empresa estadounidense Novavax es autorizada.
En los últimos días, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha insistido en pedir vacunas a Estados Unidos. Las relaciones entre ambos países están en un momento bajo, después de que López Obrador tardara varias semanas en reconocer la victoria de Joe Biden en las elecciones del 3 de noviembre.