Por Karla Ma. Pérez González, periodista y editora
Xinjiang, 28 nov (elmundo.cr) – Las protestas contra la política “cero covid” y el confinamiento en China han crecido considerablemente en la última semana. Ya los manifestantes no solo se concentran en zonas rurales o pueblos alejados de las grandes urbes, sino que protestan en centros urbanos como Shanghái.
Según un reporte de este domingo del medio BBC, miles de personas salieron a protestar a las calles de esa ciudad para exigir la renuncia del mandatario Xi Jinping, una demanda sin precedentes en los últimos años.
El desencadenante directo de las manifestaciones del fin de semana fue un incendio mortal ocurrido en Urumqi, la capital de Xinjiang, en el extremo noroeste de China, donde fallecieron diez personas, de las cuales tres eran niños.
Los residentes de la ciudad más grande de China gritaban consignas como “Xi Jinping, renuncia” y “Partido Comunista, renuncia” y otros llevaban carteles en blanco.
También los manifestantes recordaron a las víctimas de incendios por el confinamiento de meses y exigieron el fin de las restricciones sanitarias.
Un manifestante declaró a la BBC que se sintió “conmocionado y emocionado” de ver tantas personas en las calles y aseguró que era la primera vez que veía una disidencia a gran escala en el gigante asiático.
Ese medio confirmó actos represivos por parte de las autoridades chinas, con presencia de policías, guardias de seguridad privados y efectivos vestidos de civil . Al menos tres personas fueron llevadas en carros de la policía.
Igualmente han trascendido videos de protestas estudiantiles en varias universidades chinas, incluida las importantes Universidad de Comunicaciones de Nanjing y Tsinghua en Beijing.
Las imágenes muestran a estudiantes sosteniendo sus teléfonos como parte de una vigilia por los fallecidos. Un joven que dijo ser de Xinjiang dijo a la multitud en Nanjing: “Estoy aquí, me represento a mí mismo, hablo por mi propia ciudad natal”. En el fuego los fallecidos también hablan por todos sus compatriotas que han muerto”.
“Si por miedo a ser detenidos no hablamos, creo que nuestro pueblo se sentirá decepcionado de nosotros. Como estudiante de Tsinghua, lo lamentaré toda mi vida”, gritó otro estudiante con un altavoz en la Universidad de Tsinghua.
La semana anterior también estallaron protestas en la principal fábrica de iPhone de China, propiedad de Foxconn, ubicada en la ciudad de Zhengzhou, debido a la explotación que sufren sus trabajadores.
El miércoles pasado cientos de empleados de dicha fábrica se enfrentaron a la Policía antidisturbios y a personas con trajes de protección, confirmó la prensa internacional.
En este caso, lo que motivó las manifestaciones parece haber sido un plan para retrasar los pagos de bonos, dijeron varios manifestantes en transmisiones en vivo. A esto se suma la política de confinamiento pues, a inicios de noviembre, la planta de Zhengzhou aun continuaba aislando sus operaciones y personal a pesar del levantamiento de un bloqueo de siete días para el resto del parque industrial.
Anteriormente, a finales de octubre, ocurrieron protestas inusuales en la región del Tíbet, lideradas por centenares de trabajadores migrantes procedentes de diferentes zonas de China. Estas estuvieron motivadas por las restricciones por COVID-19 impuestas por el gobierno chino.
Según informes de Radio Free Asia, la mayoría de los participantes fueron empleados migrantes de la etnia han, que exigen poder regresar a sus casas en otras provincias porque las restricciones impuestas desde hace tres meses les impedían trabajar.
Los manifestantes gritaban “¡Sólo queremos ir a casa!” por las calles de Lhasa, capital de la región del Tíbet.
Gobernante cubano Díaz-Canel visita China en medio de protestas sin precedentes
Mientras ocurren protestas sin precedentes recientes en el país asiático, el gobernante del régimen cubano Miguel Díaz-Canel llegó a China el jueves pasado, invitado por su homólogo Xi Jinping.
La página oficial de Presidencia Cuba compartió imágenes de la llegada del dictador a ese país.
“Esta visita responde a una invitación oficial cursada por el presidente chino Xi Jinping, a poco de concluir el XX Congreso del Partido Comunista de China”, indicó el régimen cubano.
Se trata de una visita desesperada del gobernante cubano en busca de resolver la crisis electroenergética que atraviesa la isla, con largos apagones afectando a la población.
Sin embargo, Díaz-Canel no esperaba llegar a China con un clima tenso de protestas, lo cual pudo afectar los réditos del viaje.