Berlín, 2 feb (dpa) – La Cámara Alta del Parlamento alemán (Bundesrat) aprobó hoy la reforma de la ley de ciudadanía, que facilita la naturalización de los extranjeros residentes en Alemania.
Al mismo tiempo, los representantes de los 16 estados federados alemanes dieron luz verde para acelerar las deportaciones, especialmente de delincuentes y extranjeros considerados peligrosos.
La reforma de la ley de ciudadanía, que permite que los extranjeros conserven al mismo tiempo el pasaporte de su país, fue aprobada hace quince días por la Cámara Baja (Bundestag).
En el futuro, la naturalización será posible al cabo de cinco años en lugar de los ocho actuales, e incluso al cabo de tres en caso de “logros especiales de integración”, lo que podría consistir en un rendimiento escolar o laboral o un compromiso cívico especialmente buenos.
Asimismo, los hijos de padres extranjeros obtendrán la nacionalidad alemana al nacer si uno de los progenitores ha residido legalmente en Alemania durante cinco años; antes esto era posible después de ocho años.
Además, las personas que adquieran la nacionalidad alemana podrán conservar en el futuro su ciudadanía actual. Esto ya ha sido posible en algunos casos, por ejemplo para ciudadanos de otros países de la Unión Europea.
Ahora, la excepción se convertirá en regla. Los alemanes que deseen adquirir la nacionalidad de otro país ya no necesitarán una autorización especial de las autoridades alemanas. Sin esta autorización, antes perdían la nacionalidad alemana si adquirían otra.
Las personas que llegaron a la República Federal como trabajadores invitados o contratados en la extinta Alemania socialista solo tienen que demostrar conocimientos orales de alemán para la naturalización y ya no tienen que hacer un examen de naturalización.
Quien desee obtener un pasaporte alemán debe ser capaz de mantenerse a nivel financiero y a las personas a su cargo. Las personas que, por causas ajenas a su voluntad, dependían de la asistencia social o de prestaciones básicas estaban sujetas anteriormente a una exención, pero en el futuro esto solo se aplicará a determinados grupos y casos.
“El doble pasaporte está llegando. El último intento de la (conservadora) CDU/CSU de frenar la ley en el Bundesrat con una moción de Baviera también ha fracasado. Evidentemente, la CDU y la CSU aún no han llegado a la moderna sociedad de inmigración que existe desde hace tiempo en Alemania”, afirmó la diputada de Los Verdes Filiz Polat.
“En caso de cambio de gobierno, lo primero que haría en materia de política migratoria sería anular la ley que modifica la ley de ciudadanía”, advirtió, por su parte, la vicepresidenta del grupo parlamentario conservadora Andrea Lindholz.
“Cuando vemos las actitudes inaceptables que se dan entre algunas de las personas que se han naturalizado en los últimos años y décadas, la respuesta no puede ser rebajar las trabas para la naturalización”, sostuvo la diputada socialcristiana.
La llamada Ley de Mejora de la Repatriación también recibió el apoyo necesario. La ley, aprobada por el Bundestag en enero, pretende acelerar la deportación de delincuentes, extranjeros considerados peligrosos y contrabandistas en particular.
Esta ley contiene una serie de medidas para hacer más eficaz la ejecución de las expulsiones y hacer cumplir mejor la obligación de abandonar el país a las personas sin derecho de estancia.
De este modo, las autoridades tendrán más posibilidades de localizar a las personas obligadas a abandonar el país, aclarar su identidad mediante documentos e impedir que se fuguen.