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América Latina y el Caribe registran el costo más elevado de una dieta saludable

Una dieta sana ayuda a combatir la propagación de la diabetes tipo 2. © UNICEF/Arimacs Wilander
© UNICEF/Arimacs Wilander

Roma, 1 mar (elmundo.cr) – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha hecho públicos los indicadores desglosados por países relativos a las dietas saludables en los que se muestran sus costos —también por grupos de alimentos— y el número de personas que no pueden permitírselas. Los datos sirven para recordar que, pese a que el mundo ha realizado progresos en cuanto al suministro de calorías suficientes para alimentar a la población mundial, aún queda un largo camino por recorrer para nutrir de forma sostenible a todas las personas y en todo el mundo.

La FAO ha realizado recientemente un amplio análisis sobre el número de personas que de hecho pueden permitirse una dieta saludable, en la que se ofrezca una diversidad de alimentos ricos en nutrientes, en consonancia con las orientaciones dietéticas.

Los resultados fueron demoledores: en el mundo hay miles de millones de personas que no pueden permitirse una dieta saludable.

Ahora, los indicadores desarrollados por la FAO gracias a aportaciones fundamentales de investigadores de la Universidad Tufts y del Banco Mundial revelan, por ejemplo, que América Latina y el Caribe registran el costo más elevado de una dieta saludable en comparación con otras regiones, esto es, 3,89 USD por persona y día en 2020, seguida de Asia (3,72 USD), África (3,46 USD), América Septentrional y Europa (3,19 USD) y Oceanía (3,07 USD).

Entre 2019 y 2020, Asia registró el incremento más elevado del costo de una dieta saludable (4,0 %), seguida de Oceanía (3,6 %), América Latina y el Caribe (3,4 %), América Septentrional y Europa (3,2 %) y África (2,5 %).

Casi 3 100 millones de personas no podían permitirse una dieta saludable en 2020, un incremento de 112 millones de personas respecto de 2019, reflejando así el aumento de los costos de una dieta saludable en 2020. Esta cifra corresponde principalmente a Asia, donde otros 78 millones de personas más no podían permitirse llevar ese tipo de dieta, seguida de África (25 millones de personas más) y, en menor medida, de América Latina y el Caribe y América Septentrional y Europa (8 millones y 1 millón de personas más, respectivamente).

En 12 países, todos ellos en África, más del 90 % de la población no puede permitirse una dieta saludable con regularidad.

Lo mismo ocurre con más de la mitad de la población en 53 países de los que se dispone de datos. Esa cifra no alcanza el 1 % en 26 países.

Disponible para todos

El conjunto de indicadores ya puede consultarse y descargarse de forma sencilla en la base de datos de la FAO. FAOSTAT es la mayor plataforma mundial de datos sobre alimentación y agricultura, con cerca de 20 000 indicadores que abarcan más de 245 países y territorios.

Los procesos de cálculo, seguimiento y presentación de informes sobre los indicadores a nivel mundial, regional y nacional relativos a los costos y la asequibilidad de una dieta saludable ya están institucionalizados y la FAO se encargará de actualizarlos periódicamente. Esto constituye un nuevo y valioso punto de referencia para el seguimiento de los progresos realizados a nivel mundial hacia la consecución de dietas saludables asequibles para todos.

Estos indicadores se basan en un conjunto integrado de datos, calculados a partir de variables que incluyen los precios al por menor de alimentos disponibles localmente y las guías alimentarias basadas en alimentos, los patrones de distribución de los ingresos de los hogares del país y las fórmulas necesarias para establecer la paridad del poder adquisitivo.

“Poner fin al hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas (incluidas la desnutrición, las carencias de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad) va más allá de obtener alimentos suficientes para sobrevivir: Lo que la gente come también debe ser nutritivo”, aseguró el Sr. David Laborde, Director de la División de Economía Agroalimentaria de la FAO. “No obstante, uno de los principales obstáculos es el elevado costo de los alimentos nutritivos y la escasa asequibilidad de las dietas saludables para un gran número de personas en todo el mundo”.

“Hacer un seguimiento del costo y la asequibilidad de las dietas saludables supone un paso adelante en el reconocimiento de la necesidad de nutrir y no solo alimentar al mundo”, afirmó la Sra. Lynnette Neufeld, Directora de la División de Alimentación y Nutrición de la FAO. “Esta nueva metodología también nos proporciona el punto de partida desde el que generar datos empíricos relevantes a nivel local que sirvan de guía para las políticas y los programas destinados a conseguir que las dietas saludables sean asequibles para todas las personas y en todo momento.”

Esta iniciativa de la FAO sobre el costo y la asequibilidad de una dieta saludable forma parte de un conjunto más amplio de actividades que contribuirán a alcanzar uno de los cuatro objetivos de la FAO contemplados en su Marco estratégico para 2022‑2031: una mejor nutrición.

“Cuantificar y hacer un seguimiento sistemático del costo y la asequibilidad de las dietas saludables y realizar progresos para garantizar la asequibilidad de las dietas saludables es de suma importancia y una necesidad apremiante. La FAO ha dado un paso al frente y ha asumido esa tarea”, aseguró el Sr. José Rosero Moncayo, Director de la División de Estadística de la FAO.

Cómo funciona

La FAO calcula ocho indicadores relativos al costo y a la asequibilidad.

Una dieta saludable proporciona no solo las calorías adecuadas, sino también los tipos correctos de alimentos ricos en nutrientes de una variedad concreta de grupos de alimentos, tal y como se recomienda en las guías alimentarias basadas en alimentos. La dieta de referencia se calcula sobre la base de un adulto “representativo” que consuma 2 330 kilocalorías al día, un enfoque utilizado habitualmente en las guías alimentarias basadas en alimentos. Los alimentos de menor costo disponibles localmente, en las porciones recomendadas para seis grupos de alimentos (alimentos básicos, hortalizas, frutas, alimentos de origen animal, legumbres, frutos secos y semillas, y aceites y grasas) conforman la dieta saludable de referencia.

El precio al consumidor de estos alimentos se obtiene del Programa de Comparación Internacional (PCI) del Banco Mundial y se actualiza mediante los índices nacionales de precios al consumidor de los alimentos. Para efectuar las comparaciones internacionales, los precios se convierten a dólares internacionales utilizando los tipos de cambio a paridad del poder adquisitivo y las distribuciones de ingresos nacionales. El umbral de asequibilidad se define como el 52 % del promedio de gasto de los hogares.

Perspectivas para el futuro

La disponibilidad de estos indicadores a nivel mundial, regional y nacional sienta ahora las bases para una mayor rendición de cuentas, utilizando datos oportunos sobre los precios al por menor de los productos alimenticios nutritivos en todos los países del mundo. La labor que se efectúe en el futuro servirá para agilizar la actualización de los datos sobre los precios.

Esta iniciativa forma parte del amplio compromiso de la FAO en generar datos objetivos que permitan asesorar a los países sobre sus políticas alimentarias y nutricionales. La FAO anima a sus Miembros y a todas las partes interesadas a ampliar el cálculo y la notificación de estos indicadores al nivel subnacional, contribuyendo así a la consecución de políticas y programas más adaptados para tener mayor repercusión sobre el terreno. La FAO y el Gobierno de Pakistán ya están trabajando en un enfoque de este tipo.

La edición de 2023 del informe sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo se publicará en julio.

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