Washington, 7 jun (elmundo.cr)-El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se fijó este miércoles como reto para su tercer año mejorar la situación de los derechos humanos en Cuba y atender los desafíos democráticos en la región.
En su informe de 2016, que este miércoles presentó ante los embajadores en el Consejo Permanente de la OEA, se compromete a avanzar en “los desafíos pendientes de los derechos humanos en Cuba y los crecientes desafíos a la democracia en el hemisferio”.
Cuba, miembro de la OEA desde su fundación en 1948, se niega a participar en la organización pese a que en 2009 se levantó su suspensión de 1962, efectuada tras el triunfo de la Revolución de Fidel Castro.
Almagro, que al llegar a la OEA se marcó como objetivo reintegrar a Cuba, considera ahora que la vuelta del país caribeño “es difícil” y “puede que no pase” durante su mandato ni durante el del gobernante cubano, Raúl Castro, según dijo en febrero Almagro.
Entonces Cuba acababa de denegarle la entrada al país para recoger un premio de la disidencia, un gesto que le hizo afirmar que “no están listos” para regresar a la OEA.
En su informe, el secretario no precisa cómo puede la OEA contribuir a mejorar la situación de derechos humanos en Cuba cuando el Gobierno de la isla rechaza la organización y es muy crítico con su gestión de la crisis de Venezuela.
Almagro, que asumió el cargo el 26 de mayo de 2015, explicó hoy que su segundo año de mandato lo dedicó a “atender los retos inmediatos que enfrenta la región, especialmente los relacionados a la erosión de la democracia”.
El informe será considerado en la Asamblea General de la OEA, que se celebrará en Cancún (México) entre el 19 y el 21 de junio.