Berlín, 8 jul (dpa) – El canciller alemán, Olaf Scholz, se mostró hoy “aliviado” por el resultado de la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias en Francia, en las que la ultraderecha quedó en tercer lugar.
Habría sido un gran desafío si el presidente francés, Emmanuel Macron, hubiera tenido que aceptar trabajar con un partido populista de derechas, dijo Scholz, que indicó que todo su gabinete comparte esta opinión.
Scholz confió en que Macron y los diputados electos logren formar un Gobierno estable. “En cualquier caso, también me alegro en lo que respecta a la importante amistad franco-alemana, y puedo decir personalmente que también me alegro en lo que respecta a la buena relación personal que mantengo con el presidente francés”, subrayó el jefe de Gobierno germano.
“Alemania está interesada en el éxito de la Unión Europea como ningún otro país”, que depende de la cooperación entre los 27 Estados miembros, pero también de un mayor desarrollo y de la inclusión de nuevos países, añadió.
“Esto solo es posible junto con Francia”, opinó Scholz. “Y por eso el resultado es la base para que podamos seguir cumpliendo esta tarea en el futuro”, agregó.
Previamente se había manifestado en términos similares el vicecanciller alemán, Robert Habeck, del partido Los Verdes.
El también ministro de Economía opinó que, si bien la formación de gobierno será complicada, es positivo que los partidos de centro, centro-izquierda e izquierda hayan trabajado juntos para evitar la deriva nacionalista del país vecino.
Habeck calificó de alentador el resultado electoral en Francia, aunque reconoció que las relaciones franco-germanas se enfrentan a un enorme desafío por la reorganización que suponen tanto los recientes comicios europeos como los franceses.
El vicecanciller alemán confió en que, en estos tiempos difíciles, Francia vuelva a encontrar pronto su lugar en Europa, que calificó de imprescindible.
En la decisiva ronda de votaciones para la Asamblea Nacional del domingo, la alianza de izquierdas Frente Popular quedó sorprendentemente en primer lugar, seguida de la formación de centro del presidente Macron y en tercer puesto de Reagrupamiento Nacional (RN), de Marine Le Pen.
El ultraderechista RN era considerado favorito para la segunda vuelta tras la primera ronda, en la que fue el partido más votado. Sin embargo, el resto de agrupaciones políticas del país se unió para frenar su avance.
