Sharm el-Sheij (Egipto), 17 nov (dpa) – La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, pidio hoy más dinero a China para ayudar a los países más pobres a hacer frente a los daños causados por el cambio climático.
La petición fue reclamada durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27) que se celebra en Egipto.
“Es cierto que en Europa y en Norteamérica, como países industrializados y con nuestra prosperidad basada en los (combustibles) fósiles, tenemos la responsabilidad de los daños climáticos del pasado reciente y también de la mayor parte del presente”, comentó Baerbock en el balneario de Sharm el-Sheij, sede de la cumbre.
“Pero todos los grandes emisores de hoy son responsables de los daños climáticos del futuro. Todos los Estados pueden demostrar ahora que están dispuestos a ser más ambiciosos y más solidarios”, subrayó.
Anteriormente, Baerbock había dejado claro en una entrevista con los canales RTL y n-tv a qué país en concreto se dirigía.
“China también tendrá que pagar por los daños futuros si no está dispuesta a reducir radicalmente sus propias emisiones en el futuro”, sostuvo la ministra alemana.
En términos de volumen, China es ahora el país que más gases de efecto invernadero emite en todo el mundo.
El denominado G77, que agrupa a más de 130 países emergentes, reclama, junto con China, la creación de un fondo financiero en el que los países industrializados paguen los daños causados por las sequías, inundaciones o tormentas, cada vez más frecuentes debido al calentamiento global.
Se critica la posición de China en este polémico asunto, ya que la República Popular no se considera responsable de contribuir con fondos, a pesar de sus enormes emisiones de gases de efecto invernadero y su poder económico.
Baerbock reclamó que se ponga por fin manos a la obra para concretar los objetivos climáticos acordados en anteriores conferencias.
“Por eso, como resultado de esta conferencia sobre el clima, queremos poner en marcha un programa de trabajo ambicioso y a largo plazo con medidas de reducción muy concretas que nos lleven juntos a la senda de los 1,5 grados”, señaló.
Un calentamiento global de 1,5 grados respecto a la época preindustrial se considera apenas tolerable.
Baerbock criticó que, desde el Acuerdo Climático de París de 2015, los países europeos también llevan demasiado tiempo hablando de objetivos en un futuro medio, en 20, 25 o 30 años.
“Pero todos sabemos que el dióxido de carbono se acumula en el aire. No se lo puede eliminar en 15, 20 o 30 años”, puntualizó la titular de Exteriores de Alemania.
